Premio a mejor dirección en el Festival de Venecia, La mujer del espía (Kiyoshi Kurosawa, 2020) sigue la historia de Yusaku, el director de una compañía comercial en Kobe que está casado con Satoko. En un viaje a Manchuria durante 1940, Yusaku descubre un terrible secreto nacional. En nombre de la justicia, decide intentar hacerlo público, lo que le convierte al instante en un enemigo y traidor del país. Sin embargo, Satoko asegura creerle y jura que estará a su lado independientemente de las consecuencias.
La nueva película del brillante cineasta japonés Kiyoshi Kurosawa, conocido por sus J-Horror Cure (1997), Kairo (Pulse) (2001) o Loft (2005), entra de lleno en un tema tabú para su país natal a través de los mecanismos del propio cine de aquellos tiempos que representa. Se respira constantemente el aroma a un cine clásico, al melodrama y espionaje de otra época. Es una película que no sólo se ve con agrado, si no que también proporciona momentos de melancólica belleza.
El cine de Kurosawa siempre tiende a una estilización nada recargada, gris y psicológica. Sus planos abiertos, donde el terror puede asomar desde cualquier lado, deja aquí paso a la traducción dramática de un país y un mundo abocados al horror. La paleta de colores y su luz apagada nos traslada a una estilización compacta. Llena de secretos, como los que se esconden en los rollos de película que Yusaku trae de Manchuria. Unas cintas que revelan los terribles secretos nacionales que el protagonista quiere revelar al enemigo para empezar y, a su vez, terminar con todas las injusticias (aunque conlleve la pérdida de la guerra por parte de su nación).Si algo destaca en esta nueva cinta del director japonés es la elegancia de una puesta en escena que recuerda a las películas clásicas, aquellas que el propio protagonista rueda con su mujer de forma casera. Así, además de un homenaje melancólico al cine pretérito, La mujer del espía se convierte en un film capaz de traer al presente mucho del cine japonés perdido o desaparecido de aquella época, ya fuese por la censura o por el difícil mantenimiento del material.
Como si aquel cine actuase como revelador del lado oscuro del país, el que las autoridades no querían mostrar al público, Kurosawa lo devuelve a la vida y lo utiliza como herramienta de exorcización. Con un devastador epílogo, La mujer del espía consigue un honesto retrato en el que destaca la siempre precisa dirección del cineasta, el desarrollo de sus dos protagonistas y la interpretación magnífica de la actriz Yû Aoi.
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- ##check## Lo bueno
- La elegancia del cine clásico de espías que destila su metraje.
- ##times## Lo malo
- Que su rodaje en 8K pueda devaluar la imagen cinematográfica en algunos reproductores no aptos para ello, dando la sensación de telenovela o telefilme.
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- Ambientación 7.5
- Muy bueno. Con pocos medios consigue una ambientación perfecta de los años 40. Muy elegante
- Desarrollo de Personajes 8.5
- Muy bueno. Sus dos protagonistas tienen un desarrollo fiel y coherente. El de Satoko es doloroso y perfecto en su construcción.
- Argumento / Guion 8.0
- Atrevido en su argumento. Habla de los fantasmas de una nación consiguiendo un guion clásico y férreo.
- Banda Sonora 7.0
- Clásica y muy acorde con la película.
- Entretenimiento 7.5
- A pesar de ser una película de cocción lenta, nunca aburre y te mantiene pegado a su trama.
- Montaje / Innovación técnica 5.5
- La innovación de rodar en 8k proporciona una imagen extraña, pero muy elegante y con unos matices de luz que, a pesar de las críticas recibidas, resultan de una palidez muy acorde a los fantasmas que consigue revivir la película.
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- Puntuación Total 7.5 / 10
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