Considerada como la Coco Chanel en la decoración, Andrée Christine Aynard (1925-2013), cerró sus ojos a negro en una mañana blanca, sus dos colores, aquellos que le impulsaron al éxito.
Más conocida como Andrée Putman, nace en una familia de clase alta en Lyon. Creció en París, se educó en el Conservatorio Nacional ya que su madre, Louise Saint-René, le ruega aprender a tocar el piano.
Trabajó para Elle y L’Oeil (prestigiosa revista de arte), donde conoce a artistas y personajes con gran talento.
A finales de 1950 se casa con Jacques Putman, crítico de arte, coleccionista y escritor. En 1958 Andrée colaboraba con la cadena de tiendas Prisunic como directora de Diseño Interior, donde su lema era: “Diseñar cosas bellas para nada”. En 1968, comienza a trabajar en la industria de la moda, en Créateurs & Industriels fundada por Grumbach. A finales de 1970, va a la quiebra y Andrée Putman se divorcia a la edad de 53 años. Animada por su amigo Michel Guy, comienza su verdadera carrera, la que conseguirá hacerla famosa desde Hong Kong hasta Nueva York.
Gracias a los neoyorkinos y la reforma del Hotel Morgans (1984), se ganó el éxito y se convirtió en un icono del glamour francés. En este proyecto, consigue rehabilitar un hotel de alto nivel con un pequeño presupuesto. Reafirma su forma, consigue un icono de la época y la firma de su estilo, la combinación de blanco y negro.
ViaEntre sus trabajos más conocidos está la decoración del avión Concorde y de hoteles de lujo de todo el mundo.
Creaba espacios, sencillos no impresionantes, serenos pero no gélidos, bastante tentadores pero sin ser opulentos, intensamente encantadores. Se definía con tres palabras “elegancia, sencillez y refinamiento” las cuales, le servían para dar el toque de estilo y distinción a todos sus proyectos.
Nunca se cansó de inventar, descubrió a muchos de los más grandes del diseño y de la moda. Siempre vestía de negro porque decía ser “la oveja negra de todas las ovejas negras”.
Amaba la imperfección, el inconsciente, los sueños, lo inquietante y sobretodo odiaba el control.
Se la puede considerar “Juana de Arco” del diseño, ya que tuvo temperamento, heroísmo, sutileza… Rigor, clase y extravagancia era el aspecto que mostraba, siempre se veía como una conquistadora, en busca de nuevos lugares. Un estilo actual para la época buscando ser eterno.
Diseño de la Boutique Guerlain en los Campos Elíseos (París) ViaCreaba ambientes cálidos con una combinación de épocas, espacio, luz, materiales y una paleta de colores bastante restringida (blanco, negro, beige, gris, y alguna vez azul Klein).
ViaSimplemente maravilloso, Andrée Putman, nos ha dejado un gran legado en el mundo del diseño.