NOTICIAS ACTUALIDAD – La mujer más anciana del mundo muere en Georgia, a los 116 años.
Besse Cooper, de Georgia, falleció ayer, el 4 de diciembre en Monroe, a los 116 años. La mujer era la persona más anciana del mundo según el Libro Guiness de los Récords.
Cooper fue preguntada en una entrevista cómo logró mantenerse sana durante este largo periodo. Ella respondió que el secreto era una combinación entre comer bien y ocuparse de sus propios asuntos.
“Solo me preocupo de lo mío y no como comida basura”, dijo la centenaria.
Ella recibió la distinción de la persona más
anciana del mundo en 2011, siendo el primer residente de Georgia que fue incluido en el Libro Guinness en esta categoría. Daily Mail relata que Cooper nació en Tennessee, pero se mudó a Georgia durante la Primera Guerra Mundial.
Hizo esto para buscar trabajo como profesora, pero todavía se sentía ligada a su lugar de nacimiento. Sus raíces fueron celebrados cuando cumplió 115 años, cuando un músico de Nashville cantó el “Vals de Tennessee” en su fiesta de cumpleaños.
Besse pasó sus últimos años en un hogar de ancianos. Ella tiene un hijo, Sidney Cooper, quien afirma que la muerte de su madre fue causada por un virus estomacal.
La mente de Cooper no había sucumbido a la carga de la vejez. El consultor Robert Young, que trabaja para Guinness en la sección de Gerontología, la conoció por primera vez cuando ella tenía 111 años y dice que se quedó impresionado por su agilidad mental.
“A esa edad estaba haciendo muy bien, incluso era capaz de leer libros”, dice Young. “Es un día triste para mí”, agrega.
Su título será entregado ahora a Dina Manfredini, de 115 años, que vive en Johnston, Iowa. En 1997, falleció la persona más anciana que fue honrada por Guinness. Jeanne Calment de Francia tenía 122 años de edad en ese momento.
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 06 diciembre a las 16:47
La verdad es que viendo la fotografía, no parece esta mujer tan mayor. Es alucinante la edad a límite a la que uno puede aspirar, con buena salud, buena suerte, cuidarse, buena genética... increíble ese alucinante record de los 122 años tasados en el libro Guinness de los Records.