Revista Cultura y Ocio

La mujer más fea de la historia

Publicado el 07 noviembre 2011 por Desequilibros
Ha algún tiempo os presentamos el que, a nuestro entender, es el mejor poema erótico, aun a sabiendas de que la temática del poema no es esa; pero no me negarán que si hubiera sido escrito con ese propósito no habría quedado mejor.
En esta ocasión no nos resistimos a transcribir la que, también a nuestro parecer, es la descripción de la mujer más fea de la historia (de la literatura).
La mujer más fea de la historiaDe nuevo es un clérigo el autor -Juan Ruiz, Arcipreste de Hita- y la obra, una de las cumbres de la literatura española medieval: El Libro de Buen Amor.
Se trata del encuentro que tuvo el autor con La serrana fea, Aldara, de Tablada: "Una serrana muy fea del puerto de Sierra Nevada acoge en su casa al arcipreste a cambio de soldada y “despose”. El Arcipreste consigue huir de sus manos".
Vds. dirán. Y si conocen algún otro caso más sangrante les invito a que lo dejen en un comentario.
La descripción comienza en la tercera estrofa.
La serrana fea, Aldara, de Tablada.
(Libro de Buen Amor 1006-1021)
Hace siempre mal tiempo en la sierra y en la altura,
o nieva o está helando, no hay jamás calentura;
en lo alto del puerto sopla ventisca dura,
viento con gran helada, rocío y gran friura.
La mujer más fea de la historiaComo el hombre no siente tanto frío si corre,
corrí la cuesta abajo, mas, si apedreas torre,
te cae la piedra encima, antes que salgas horre.
Yo dije: -Estoy perdido, si Dios no me socorre.
Desde que yo nací no pasé tal peligro:
llegando al pie del puerto me encontré con un vestiglo
el más grande fantasma que se ha visto en el siglo,
yegüeriza membruda, talle de mal ceñiglo.
Con la cuita del frío y de la gran helada,
le rogué que aquel día me otorgase posada.
Díjome que lo haría si le fuese pagada;
di las gracias a Dios, nos fuimos a Tablada.
Sus miembros y su talle no son para callar,
me podéis creer, era gran yegua caballar;
quien con ella luchase mal se habría de hallar,
si ella no quiere, nunca la podrán derribar.
En el Apocalipsis, San Juan Evangelista
no vio una tal figura, de tan horrible vista;
a muchos costaría gran lucha su conquista,
¡no sé de qué diablo tal fantasma es bienquista!
Tenía la cabeza mucho grande y sin guisa,
cabellos cortos, negros, como corneja lisa,
ojos hundidos, rojos; ve poco y mal divisa;
mayor es que de osa su huella, cuando pisa.
Las orejas, mayores que las del añal borrico,
el su pescuezo, negro, ancho, velludo, chico,
las narices muy gordas, largas, de zarapico,
¡sorbería bien pronto un caudal de hombre rico!
Su boca es de alano, grandes labios muy gordos,
dientes anchos y largos, caballunos, moxmordos;
sus cejas eran anchas y más negras que tordos.
¡Los que quieran casarse, procuren no estar sordos!
Mayores que las mías tiene sus negras barbas;
yo no vi más en ella, pero si más escarbas,
hallarás, según creo, lugar de bromas largas,
aunque más te valdrá trillar en las tus parvas.
Mas en verdad yo pude ver hasta la rodilla,
los huesos mucho grandes, zanca no chiquitilla;
de cabrillas del fuego una gran manadilla,
sus tobillos, mayores que los de una añal novilla.
Más anchas que mi mano tiene la su muñeca,
velluda, pelos grandes y que nunca está seca;
voz profunda y gangosa que al hombre da jaqueca,
tardía, enronquecida, muy destemplada y hueca.
Es su dedo meñique mayor que mi pulgar,
son los dedos mayores que puedes encontrar,
que, si algún día ella te quiere espulgar,
dañarán tu cabeça cual vigas de lagar.
Tenía en el justillo las sus tetas colgadas,
dábanle en la cintura porque estaban dobladas,
que, de no estar sujetas, diéranle en las ijadas;
de la cítara al son bailan, aún no enseñadas.
Costillas muy marcadas en su negro costado,
tres veces las conté, mirando acobardado.
Ya no vi más, te digo, ni te será contado,
porque mozo chismoso no hace bien el recado.
De cuanto ella me dijo y de su fea talla
escribí tres cantigas más no logré pintarla;
dos de ellas cancioncillas, otra para bailarla.
Si alguna no te gusta, léela, ríe y calla.
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Bibliografía:
El libro de Buen Amor. Comentario de la obra de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, por Tausiet.
Libro de Buen Amor.
• El fragmento citado, es el texto modernizado, transcrito en Trivium.
• Si prefieren el texto original, en castellano medieval, acudan a Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: El Libro de Buen Amor.
• Juan Ruiz, Archipreste de Hita: Libro de Buen Amor.

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