Revista Cultura y Ocio

'La mujer que buceó dentro del corazón del mundo' de Sabina Berman

Publicado el 07 septiembre 2011 por Carmina

La mujer que buceó dentro del corazón del mundo. Sabina Berman
Hay títulos que atraen al lector, de la misma manera que un pastel a las moscas, y es que no hay que negar que este atrapa la atención, si a ello se une la portada con tonos suaves y técnica pictórica, representando a una niña con un atún, si acaso se dispara más esa atracción. Poco más sabía yo de esta novela cuando decidí rescatarla de la estantería de la biblioteca, aún así debo reconocer que me hice la dura y la cogí después de verla un par de veces como mínimo.
La historia gira alrededor de una atunera en un pueblo mejicano. Cuando Isabel se hace cargo a la muerte de su hermana y cambia una vida acomodada por el pueblito de su infancia, desconoce que además del negocio hereda un ser humano asocial, desharrapado y que no sabe hablar. A pesar de sus cinco años Karen vive en el sótano de la casa, no ha conocido el cariño de las personas y come arena. Isabel empieza a intuir quien es aquella niña y toma como misión civilizarla. Tarea nada fácil y es que Karen es una niña autista, tremendamente inteligente para unas cosas y muy pero que muy torpe para otras. Como dice su tía tiene capacidades diferentes, que le llevaran al éxito con la misma facilidad que al fracaso.
Karen es un ejemplo de superación, vence su miedo a entablar relaciones sociales con un grupo reducido de personas, sin embargo hay algunas barreras que no puede romper del todo, se deja llevar, e incluso en ocasiones tiene unas reflexiones muy brillantes.
“Y lo peor es lo que sigue. Que cómo los humanos viven así, creyendo que primero piensan y luego existen, piensan que todo aquello que no piensa no existe del todo (…)
En cambio, Yo nunca he olvidado que primero existí y luego aprendí, muy trabajosamente, a pensar.”

Sin embargo, esta novela no me ha acabado de llegar, por el uso de vocablos mejicanos que en ningún momento estaban explicados, algunos hacían referencia a comida y otros a objetos, y como detesto estar leyendo junto al ordenador para buscar términos me perdí bastantes cosas. Una vez superado el escollo de la lengua, recomiendo su lectura, se ve crecer a Karen, superar su miedo y relacionarse con las personas, formarse académicamente, se descubren rasgos para un lego desconocidos de este tipo de enfermos. Se la puede ver reír, llorar, razonar e inventar cosas que otros no serian capaces, y de nuevo golpeada por la vida atender a la sinrazón.
Sin duda una lectura apasionante narrada la mayor parte de las veces por Karen, con un vocabulario muy personal y acorde a su enfermedad, y ahí creo que radica en parte el atractivo de este libro. Sin duda Karen, que para referirse a sí misma lo hace como Yo, es un personaje entrañable, humano y se sale del papel para vivir la vida frente a nuestros ojos, y los demás son personajes accidentales, accesorios, pero muy necesarios para el desarrollo de esta historia.
Sabina Berman ha sabido retratar la realidad de un autista, y de la gente que tiene que cuidar de ellos, aunque yo creo que de forma muy optimista, no me imagino a un autista abriéndose a extraños de la forma que lo hizo Karen, aunque imagino que habrá grados y grados, como en todo tipo de enfermedades, y agradecería que si alguien está más informado que yo y ha leído el libro nos aleccionara sobre la materia. Normalmente soy curiosa, pero la falta de tiempo ha hecho que no investigara demasiado sobre estas personas… Aunque si nadie sacia mi curiosidad cuando el tiempo no se me escurra entre los dedos como el agua, me dedicaré a navegar por la red, seguro que de esa forma acabo descubriendo si la autora conoce el mundo de propia mano, o ha escrito esta novela sin conocimiento de causa.
Hay una cosa que me ha hecho gracia, y es la animadversión de Karen hacia Rousseau, se debe en parte a la corriente filosófica que este representa y de la cual Karen disiente, hay momentos en que las alusiones al francés llegan a hacerse incluso pesadas, sobre todo en su etapa formativa. Otro pasaje que me hizo pensar y que perdura en mi memoria es cuando le piden que dibuje un proyecto, se trata de hacer un plano arquitectónico, sin embargo lo que presenta Karen deja boquiabierto a su profesor por su gran capacidad de memoria fotográfica. Sin duda no era un plano, pero si le sirvió para más adelante desarrollar sus propios proyectos en beneficio de la atunera, en la que su tía le dejaba tomar decisiones. Algunas de las cuales resultaron todo un éxito.
Las relaciones de Karen con su entorno no siempre son fáciles, hay personas que la adoran, y otras que se dedican a recordarle continuamente que su lugar no es en el que pretende estar, no tengo miedo a confesar, que su profesor, arrogante y presuntuoso, me cayó mal en todo momento… Su hipocresía hacía que se me atragantara la lectura cada vez que aparecía en escena. Pocas personas querían a Karen por lo que era, casi todos pensaban el proyecto que podrían sacarle. Quizás la única persona que demostró quererla hasta el final de sus días fue su tía. A su manera le dio armas para que supiera cuidar de sí misma el día que ella no pudiera hacerlo. Le dio libertad, a sabiendas que tan pronto podía llevar a la atunera a la cima como hundirla en la miseria. Siempre quiso que supiera defenderse en un mundo que le tenía que ser hostil, y que no siempre entendería que sus capacidades no eran las mismas que tenemos todos aquellos que nos llamamos normales…
Como habréis podido ver es un libro, para reflexionar, para disfrutar de Karen y su forma de ser, pero también si se es muy meticuloso para leer con el portátil al lado, ya que no siempre los términos se encuentran en el diccionario. Un placer que duró en mis manos poco tiempo, porque lo leí durante mi convalecencia y antes de empezar a estudiar.
¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido?...


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