Revista Diario

La mujer sin edad

Por Aletaubas

Hay un grupo de mujeres a las que yo suelo denominar “Mujeres sin edad”. Este concepto nació para definir a aquellas mujeres en las que la edad pierde total relevancia. Es más, en muchos casos, resulta muy difícil descubrir qué edad tienen.

Para mí, la mujer sin edad es la más atractiva de todas. ¿Pero qué es una mujer sin edad? Para entender esto debo ir un poco más atrás en las definiciones.

 

En las atracción heterosexual, la primer característica que filtra a los seres que nos pueden atraer de los que no, es el género. Al hombre le gusta una mujer y a la mujer un hombre. Después, lógicamente, dada la cantidad de personas que existen, aparecen los filtros más “personales”.
Ser hombre o ser mujer es mucho más que una serie de diferencias fisiológicas. Al contrario, es un concepto que abarca varias cuestiones:

 

Género Humano: Desde hace algunos años, algunos denominan género a lo que parece diferenciar la identidad femenino de masculino; así como las múltiples características que conllevan: comportamiento, actitud, consideración social, carácter físico etc. En las ciencias políticas y sociales, hay autores que ya en el siglo XX diferencian entre sexo y género; asignando lo primero a una realidad biológica y lo segundo a una creación social.

 

Entonces si el hecho de ser mujer u hombre es una forma de vivir la vida, aquellas personas que pierdan esta diferenciación, probablemente estén perdiendo su género también.

 

Mirémoslo de otra forma. En la niñez, más allá que encontramos tanto chicos y chicas, lo que los define principalmente es que son niños. No hay casi diferencias entre sus conductas y hábitos. Algo similar ocurre con las personas de la tercera edad. Sin tratar de ser brusco, son simplemente viejos. Hacen todos prácticamente lo mismo y físicamente se suelen parecen mucho.

 

Igualmente, a lo largo de la vida, todos tenemos un período de grandes diferencias entre el ser hombre y el ser mujer. Este período comienza con la adolescencia. Los cambios físicos resultan considerablemente distintivos para ambos géneros. Sin embargo, esto puede durar muchos años como puede durar muy poco.

 

Dicen que la mujer envejece antes que el hombre. Pero por otro lado, tiene una expectativa de vida mucho más favorable. Entonces, ¿a qué hace referencia aquella descripción? Probablemente a que la mujer “deja” de ser mujer antes que el hombre.

 

Los atributos vinculados a la masculinidad (en la vida de hoy) no solo perduran más, sino que además se fortalecen con la edad (confianza en sí mismo, poder, capacidad de protección, maduración, capacidad para desenvolverse, etc.). En cambio los femeninos son inversamente proporcionales. No es casual que veamos muchos hombres grandes con mujeres muy jóvenes y escasos ejemplos al revés.
Indistintamente que este efecto se debe principalmente a que en la mujer se premian mucho más los atributos físicos, el ser mujer abarca otras cuestiones que muchas mujeres olvidan, o simplemente, les dejan de interesar.

 

No tengo dudas, que cualquier mujer que preserve sus ganas de seguir siendo mujer, continuará perteneciendo a este concepto, conservará su atractivo para con el sexo opuesto, minimizando la relevancia de su edad biológica.

 

No teman al paso del tiempo, simplemente recuerden que lo que más atrae a un hombre de una mujer es la femineidad. La femineidad va más allá de lo estético, por eso una mujer que no tiene edad, es una mujer que refleja el modelo de lo que significa SER MUJER en cualquier momento de su vida.

 


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