Revista En Femenino
La Divina Comedia y Vida Nueva son las obras más conocidas el escritor italiano Dante Alighieri. Obras llenas de pasión y sentimiento que posiblemente no habrían existido si una musa no las hubiera inspirado. Esa musa fue una mujer llamada Beatriz Portinari, de quien algunos historiadores dudaron de su existencia real mientras otros se afanan por reseguir las pistas de una biografía concreta. Real o imaginada, Beatriz y el amor que inspiró a Dante se hicieron eternos en la obra del gran escritor florentino.
La Beatriz real
Quienes aseguran que Beatriz existió de verdad la identifican con Beatriz Portinari, una dama florentina que habría vivido en el último tercio del siglo XIII. Conocida también como Bice, Beatriz sería hija de Folco Portinari de Portico di Romagna, un rico banquero que fundó el Hospital de Santa Maria Nuova en Florencia.
Las vidas de Bice y Dante transcurrieron separadas y solamente habrían coincidido cuando ella tenía poco más de nueve años. Tiempo después volverían a verse pero Beatriz se había casado con el banquero Simone dei Bardi hacia 1287. La Beatriz real tuvo una corta vida, pues falleció tres años después víctima de la peste negra siendo una joven de apenas veinticuatro años.
Dante, que habría amado en secreto a Bice, quedó desolado tras la muerte de la joven a la que hizo inmortal con el nombre de Beatriz, Bienaventurada en latín, en sus más famosas obras literarias.
Según esta corriente de opinión, el cuerpo de Beatriz descansa en la Iglesia de Santa Margarita de Cerchi, muy cerca de donde vivieron ella y Dante.
La Beatriz imaginada
Quienes aseguran que Beatriz nunca existió aseguran que la protagonista de la Divina Comedia no es más que una metáfora, un símbolo del amor sublime que personificó Dante bajo este nombre.
Real o imaginada, Beatriz Portinari ha pasado a la historia como una de las musas más determinantes de la literatura italiana y de las letras universales.