De cara a mantener nuestra memoria es vital: recordar la letra y las melodías de las canciones que nos han gustado en la infancia, adolescencia, juventud… forzarse a canturrearlas y seguir aprendiendo nuevas canciones son ejercicios magníficos para evitar los deterioros de la memoria. En caso de discapacidades graves, la música sirve para crear un estado de sosiego que favorezca la aceptación del educador social.
Los ejercicios musicales con danza ayudan a la interacción dentro de un grupo y la interpretación de canciones cuya letra narra situaciones complicadas puede dar pie a la verbalización de emociones retenidas.
A lo largo de todas estas sesiones de trabajo, hemos comprobado que la música nos ayudaba a nosotros mismos. Queriendo practicar talleres para colectivos con dificultades físicas y/o psíquicas… nos encontrábamos más animados, más contentos. Veíamos el resto del día con mayor optimismo.Para terminar, quiero decir que esta ha sido una de las mejores experiencias docentes de mi vida. Cada segundo me ha aportado ideas y mucha energía. Haciendo balance de estas sesiones puedo decir que estaban entre lo mejor de mi semana. Y solo espero poder repetir, seguir avanzando en el conocimiento de la música en la Educación Social… y seguir coincidiendo con personas como las que he tratado estos meses. Gracias a todos los que me habéis ayudado a confeccionar este post: Manuel, Iciar, Nathali, Rosana, Ruth, Judith, Paula, Bea, Vero, Rosana, Sule, Sandra, Noelia, Cris. Gracias por vuestras ideas, interés y energía positiva. Se os quiere.