Revista Música

La música y los medios, desde el jazz

Publicado el 19 septiembre 2013 por Pppua

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“¿Quién usa una rueda para aplastar una mariposa?”, desafiaba un titular del Times reviviendo a Alexander Pope una mañana de julio de 1967. El redactor jefe William Rees-Mogg dio por finalizada la lucha de la policía con The Rolling Stones y su influencia mediática permitió evitar la cárcel a Mick Jagger y Keith Richards, inculpados de manera excesiva por un delito que, de no haber sido cometido por los integrantes de un grupo de rock and roll que se reía en la cara de la autoridad, no habría tenido tanta importancia. Fue en una redada en Redlands, la casa que se compró Keith Richards y que pronto se convirtió en el cuartel general de todas sus fiestas. Alertados por el periódico sensacionalista News of the World, la policía, que tenía más ganas de pillar a los Stones que Candace a Phineas y Ferb, se presentó en mitad de una fiesta después de esperar a que se fuera George Harrison y se acusó a Mick Jagger de posesión de speed, el cual había comprado en Italia y era legal. Después de que a los Beatles les hubieran condecorado como Miembros de la Orden del Imperio Británico y se hubieran vuelto intocables, pillar a un Rolling Stone era el mayor trofeo que podría obtener un poli, solo que no habría estado tan bien visto si hubiera colgado la cabeza de Jagger encima de su chimenea. En cuanto a Keith Richards, y según sus propias palabras, el juicio se centró más en por qué Marianne Faithfull se encontraba en la fiesta envuelta en pieles y acabó un día en la cárcel por llamar "vejestorio" al juez.


Fue en esta época de nacimiento de la contracultura hippie cuando también vio la luz uno de los magazines más importantes de la historia de la música: la revista Rolling Stone. El mismo año de la detención de Jagger y Richards, Jann Wenner, estudiante de la Universidad de California y aspirante a periodista de rock, se unió a Ralph Gleason, crítico de jazz, para fundar en San Francisco lo que poco después sería uno de los mayores referentes en cuanto a magazines musicales. Lo que sea ahora es otra historia. Sin embargo, la constante presencia de la guerra de Vietnam influyó de forma trascendente en este nuevo medio. Con una especial concienciación por parte de la juventud, las protestas anti-guerra a menudo coincidían con festivales musicales y todo el movimiento se encontró pronto unido a la revolución hippie y al rock and roll. A lo largo del transcurso de la guerra, la revista de Wenner fue evolucionando hacia una mirada crítica de la política americana en Vietnam. Pronto, Rolling Stone ya no era solo una importante revista musical, sino que también sirvió para transmitir una conciencia social y política.


Sin embargo, no fue ésta la precursora de los magazines musicales. Unos cuarenta años atrás, la revista Melody Maker, fundada en 1926, se dedicaba a cubrir todas las noticias relacionadas con el jazz. Fue su reticencia a dedicarse al nuevo rock and roll lo que la hizo perder contra New Musical Express, creada en 1952, todavía vigente y considerado el medio con mayor influencia en el mundo de la música más allá de sus fronteras inglesas. A lo largo de su trayectoria, Melody Maker contribuyó, mediante la publicación de anuncios, a la formación de bandas tan importantes como Supertramp, Deep Purple, Genesis o Roxy Music. Quizá ahora con un evento en Facebook hubiera bastado. Finalmente, acabó siendo absorbida por New Musical Express en el año 2000.


Aún así, la mayor evolución la experimentó la mundialmente conocida Billboard. En sus orígenes, cuando fue fundada nada más y nada menos que en 1894, informaba de eventos circenses, celebraciones de carnaval, festivales o ferias, y no fue hasta el 4 de enero de 1936, en la década del desarrollo de la industria del jukebox, cuando publicó el primer ranking musical. Sin embargo, fue en los años 50 cuando se separaron los temas para formar una revista independiente. Actualmente, el target de audiencia de la revista se basa en profesionales de la música, como artistas o ejecutivos de compañías de discos.


Por otra parte, la influencia de New Musical Express no solo se remitía a señalar los mejores discos o los revolucionarios grupos emergentes. La llamada “rivalidad” entre The Rolling Stones y The Beatles, los dos grupos más representativos de la década de 1960, no tuvo su origen en sus integrantes, quienes, por el contrario, intercambiaban canciones, noches de fiesta y al principio hasta casi fanatismo por parte de Brian Jones. Sembrada por los managers Andrew Loog Oldham y Brian Epstein respectivamente y alimentada por magazines como NME, la guerra Beatles-Stones se hizo presente en los fans y en los medios más que en los propios protagonistas. Una alianza comercial para espolear la batalla chicos buenos-chicos malos. El famoso titular “¿Dejarías a tu hija salir con un Rolling Stone?” publicado por el Melody Maker fue idea del propio Oldham. Más hacia la actualidad, el New Musical Express ha sido también el ring de la pelea entre Blur y Oasis en la década de los 90 y el auge del britpop.


Las revistas musicales fueron el medio a través del cual se daban a conocer los nuevos movimientos y géneros que iban surgiendo. Desde la década de los 60, la evolución del rock and roll primigenio dio lugar a variantes como el glam rock o el rock progresivo, géneros hacia los cuales, allá en los 70, la revista Melody Maker era un fuerte partidario, lo que le otorgó un mayor prestigio en este nuevo panorama. Sin embargo, el distanciamiento de la revista con el punk, uno de los movimientos más importantes de la década, la relegó una vez más detrás de la NME y de nuevos magazines como Sniffin’ Glue, que sacó su nombre de una canción de los Ramones. Esta revista, creada en el 76 y alabada por la propia NME, fue una fuente clave de información sobre los protagonistas de la escena punk cuando ésta no captó la atención de la televisión o la prensa principal.


En las décadas de 1980 y 1990 hubo una explosión de revistas musicales tales como Smash Hits, The Source o Sounds, que más tarde lanzaría la revista Kerrang! como suplemento hasta que adquirió personalidad propia. Cubriendo el heavy, trash o glam metal, Kerrang! fue también un espejo del levantamiento del llamado Sonido Seattle, con Nirvana a la cabeza en un excesivo monopolio que ha desencadenado en que hoy en día sea casi el único grupo conocido de la escena grunge. Durante este tiempo, la influencia de los medios se reflejó una vez más. La revista Rolling Stone calificó a Seattle como “el nuevo Liverpool” y New Musical Express se encargó de sustituir en sus portadas el ya muerto Sonido Madchester por los nuevos grupos grunge provenientes de EEUU. Más tarde, hizo lo propio con la explosión del britpop tras la muerte de Kurt Cobain, líder de Nirvana, en 1994. De esta forma, NME ha definido los inicios y el fin de los movimientos musicales en todo el mundo desde su creación.


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