Revista Cultura y Ocio
Siguiendo con las novelas que tuvieron relevantes versiones cinematográficas, les presente ahora esta obra de Anthony Burges, que llegó a Lima precedida por la película que en su momento impactó al público por su tema desenfadado y por las escenas desacostumbradas para la época.
Si bien el nombre de la novela sólo es una referencia fonética para nosotros, tiene una serie de interpretaciones sobre su significado ( A Clockwork Orange), el cual se basa, según el autor en una jerga rimada muy usada en Londres. Algo así como " tan raro como una naranja de relojería".En fin, no nos debe preocupar la interpretación, ya que el nombre por sí forma parte de los clásicos de la literatura y del cine.
Vamos a lo nuestro.Esta es la obra más conocida del autor, que alcanzó fama después de la polémica adaptación de Stanley Kubrick en 1971. La novela se inspiró en un grupo de teddy-boys, o pandilleros rusos y rufianes a los que Burgess conoció en San Petersburgo.
La narración corre a cargo de Alex, el líder adolescente de esta pandilla, que junto con sus seguidores Dim, Peter, y Georgie, llevan una vida de violencia y extravagancia, en donde rechazan el consumo de alcohol y veneran a la leche como bebida principal, adoran las sinfonías de Beethoven; pero que a su vez son capaces de atacar y violar despiadadamente, como hicieron con un pobre anciano que es atacado brutalmente y su esposa salvajemente violada, como parte de una noche normal de sus vidas.
Cuando Alex cae en una trampa, es apresado y enviado a prisión y lo hacen sujeto de un experimento científico de tratamiento anti-violencia al estilo de Pavlov (estímulo-respuesta) llamado técnica de Ludovico, lo que le ocasionará reacciones físicas desagradables ante el más mínimo pensamiento de violencia.
Una vez que Alex es puesto en libertad, se reune nuevamente con sus compañeros de trastadas, quienes al ver que ya no es capaz de pensar y planear actos de violencia, es golpeado salvajemente hasta dejarlo muy maltrecho y lo abandonan en un campo creyéndolo muerto.
Quien lo rescata y lo reanima es el mismo hombre mayor que fue antes atacado por la pandilla de Alex, que al recordar el episodio, lo entrega a las autoridades. Ante estos cambios bruscos en su vida, Alex intenta suicidarse, pero los sicólogos del gobierno intervienen y aplican en él una versión invertida de la Técnica de Ludovico, con el fin de salvarle la vida.
Recuperado ya, Alex regresa a la vida cotidiana en donde vuelve durante un tiempo a sus actividades violentas anteriores, las que irán disminuyendo debido a que Alex razona en la necesidad de ir asentándose en la sociedad ante el paso del tiempo.Cuando elije libremente dejar la violencia, Alex alcanza finalmente un nivel moral infinitamente más alto que la forzada inocuidad de su condicionamiento; una libertad completa.
Es así como termina el libro; pero hay que hacer la salvedad que la versión de la película tiene un final completamente distinto ya que presenta a un Alex en todo su esplendor violento.