Revista Cultura y Ocio
A partir del advenimiento de la democracia en 1975 se abre el panorama de la novela en España de tal manera que es prácticamente imposible destacar algunas características o tendencias generales por encima de otras. Cada autor emprende un camino personal con la pretensión de diferenciarse al máximo de sus contemporáneos. De todos modos, vamos a intentar destacar los rasgos más significativos de este periodo:- Durante los años setenta hay autores que siguen cultivando la novela experimental e intelectual que tiene su origen principal en Tiempo de silencio. Suelen prestar más atención a la forma que al contenido, ya que el argumento llega a casi desaparecer. Abundan las historias fragmentadas y los monólogos interiores. Este tipo de novela está dirigido a un lector inteligente y culto, con formación suficiente para comprender las dificultades sintácticas que los autores plantean.- La mayoría de los autores de este periodo se muestran contrarios al régimen de Franco y comienzan a publicar entre 1968 y 1975.
- Con la llegada de la democracia, la novela se hace más fácil y accesible de manera que se comienza a extender y a popularizar como el género más importante del final del siglo XX.- Una gran parte de los autores vuelven a la narración tradicional, al estilo de los autores realistas del XIX o de los escritores de la Generación del 98.- Comienzan a surgir nuevos subgéneros dentro de la novela con la finalidad de ampliar el panorama literario. Así, encontramos desde finales de los años setenta novelas policíacas, novela negra, de intriga, de ciencia-ficción, de aventuras, rosa, de espionaje...- El mercado impone su peso a la literatura, de manera que se comienza a publicar con la finalidad de vender una gran cantidad de obras. Los autores se popularizan como creadores y recreadores de opinión en los distintos medios de comunicación (prensa, radio y televisión). El término inglés best seller se asienta entre nuestros autores como sinónimo de calidad y triunfo.- En los últimos veinte años ha crecido espectacularmente el número de publicaciones a causa de la gran cantidad de premios literarios que existen actualmente y del comercio que las editoriales han instaurado a través de grandes cadenas de distribución, como la Fnac, La Casa del Libro, El Corte Inglés o Círculo de Lectores.- Los autores más exitosos suelen publicar un libro cada uno o dos años para no perder el interés por parte de los lectores.- En los últimos tiempos se están imponiendo la novela de aventuras y la novela histórica, como los dos subgéneros más pujantes.Los autores que consideramos más destacados de los últimos años son los siguientes: Manuel Vázquez Montalbán (1939-2004): Es uno de los autores más importantes de los últimos treinta años. Además de un destacado poeta, cultiva con éxito también la novela. Es el creador del detective Pepe Carvalho, protagonista de Yo maté a Kennedy (1972), Tatuaje (1974), La soledad del manager (1977), Asesinato en el Comité Central (1981), La rosa de Alejandría (1984), El balneario (1986), El delantero centro fue asesinado al atardecer (1988) y El laberinto griego (1991). Tiene un gran número de publicaciones de todo tipo, entre las que destacan algunas de sus últimas novelas, como Un polaco en la corte del rey Juan Carlos (1996). Ha recibido el premio Planeta y el premio de Literatura Policíaca (Francia) por Los mares del sur (1979). Julián Rios (1941): Es uno de los representantes de la continuación de la novela experimental de los años sesenta durante los años setenta y ochenta. Publica Larva (1983) como germen de lo que sería una serie de seis novelas, de las que publicó dos en España: Babel de una noche de San Juan (1984) y Poundemonium (1986). El resto lo publicó posteriormente en Argentina. José María Merino (1941): Cultiva el relato tradicional en la Novela de Andrews Choose (1976). Es característica en Merino la unión de la realidad y la fantasía. Esto lo podemos observar en El caldero de oro (1981) o No soy libro (1992). Escribe, en colaboración con Juan Pedro Aparicio, El transcantábrico. Viaje en el hullero (1982) y un libro de viajes titulado Los caminos del Esla (1980). Luis Mateo Díez (1942): Cultiva las novelas realistas al estilo de los autores del XIX. Suele incluir elementos imaginarios y humorísticos, como ocurre en La fuente de la edad (1986), novela que le vale el Premio Nacional de Literatura y el de la Crítica. Últimamente ha publicado algunos libros de cuentos y relatos cortos, como Memoria y palabra (2000). Eduardo Mendoza (1943): Es uno de los principales novelistas de los últimos años. Comienza su carrera literaria en 1975 con La verdad sobre el caso Savolta, caracterizada por la intriga y la acción. Narra los abusos que los dueños de una fábrica de armas ejercen sobre sus empleados y los intentos de un humilde periodista, Pajarito de Soto, por descubrir los sucios negocios de contrabando de los patronos. Esta novela tiene una clara finalidad de denuncia social y de crítica hacia la burguesía acomodada de principios del siglo XX. En una línea parecida, aunque más cerca de la novela policíaca, publica El misterio de la cripta embrujada (1979) y El laberinto de las aceitunas (1982). La ciudad de los prodigios (1986) es una de sus grandes novelas. A través de la vida de Onofre Bouvila, un modesto niño, Eduardo Mendoza narra la evolución de la ciudad de Barcelona desde finales del siglo XIX. Sin noticias de Gurb (1991) es una de las novelas más delirantes de nuestro autor. Publicada por entregas en el diario El País, narra las aventuras que vive un extraterrestre, Gurb, que se pierde por Barcelona justamente antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de 1992. Se trata de una novela cargada de humor, ironía y parodia. Luis Landero (1948): Comienza a escribir bastante tarde. Tres de sus novelas sirven para situarlo entre los mejores novelistas actuales: Juegos de la edad tardía (1989), Caballeros de fortuna (1994) y El mágico aprendiz (1999). Javier Marías (1951): Publica con poco más de quince años su primer cuento, La vida y la muerte de Marcelino Iturriaga, en El Noticiero Universal de Barcelona (19 de abril de 1968). Desde entonces, prácticamente no ha dejado de cosechar éxitos literarios dentro y fuera de nuestras fronteras. En sus novelas suele mezclar el amor con elementos misteriosos y policíacos. En 1971 publica, con la ayuda de Juan Benet, su primera novela, Los dominios del lobo. A esta obra le siguen Travesía del horizonte (1972), El monarca del tiempo (1978) y El siglo (1983). Mientras ellas duermen (1990) es un libro de relatos breves. En 1994 publica una de sus mejores novelas, Mañana en la batalla piensa en mí. Colabora habitualmente como columnista de opinión con diversos diarios. Arturo Pérez Reverte (1951): Ha ejercido como corresponsal de guerra de Televisión Española durante la mayor parte de su vida. Deja esta profesión para dedicarse exclusivamente a la literatura. Desde sus primeras novelas, cosecha un gran éxito, ya que han sido traducidas a veinte idiomas y algunas de ellas adaptadas al cine. Publica novelas basadas principalmente en hechos históricos, como El húsar (1986), El maestro de esgrima (1988), La tabla de Flandes (1990), La sombra del águila (1993) o la serie de novelas basadas en el capitán Alatriste: El capitán Alatriste (1996), Limpieza de sangre (1997), El sol de Breda (1998), El oro del rey (2000) y El caballero del jubón amarillo (2003). Además, y a causa de su conocimiento directo de la guerra, intenta desmitificar los conflictos bélicos o instituciones en obras como Territorio comanche (1994) y La piel del tambor (1995). Colabora como articulista de opinión con diversas publicaciones, y es actualmente uno de los autores más exitosos y conocidos. Julio Llamazares (1955): Triunfa en 1985 con Luna de lobos. Esta novela narra la historia de cuatro combatientes republicanos (maquis) huidos a las montañas al término de la Guerra Civil, donde tienen que sobrevivir. El autor evoca su infancia en El río del olvido (1989) y en Escenas del cine mudo (1994). Antonio Muñoz Molina (1956): Nacido en Úbeda (Jaén), es actualmente el miembro de la Real Academia Española de la Lengua más joven de cuantos la integran y uno de los novelistas más importantes de la actualidad. En sus novelas suele mezclar elementos policíacos, históricos y misteriosos. Comienza su carrera en 1986 con Beatus ille. El éxito le llega muy pronto, ya que recibe el Premio Nacional de Literatura dos veces, una en 1988 por El invierno en Lisboa, y otra en 1991 por El jinete polaco, que también recibió el premio Planeta. En Beltenebros (1989) desarrolla sus facultades de escritor de novela policíaca con gran éxito en una hábil mezcla de elementos amorosos e intrigantes. Ardor guerrero (1996) es una evocación no exenta de crítica de sus recuerdos del servicio militar. Sus últimas novelas son Carlota Fainberg (1999), En ausencia de Blanca (2000) , Sefarad (2001) y Las ventanas de Manhattan (2004).