La natación siempre será buena para practicar ciclismo. Siete razones.

Antiguamente, en el siglo pasado, los ciclistas profesionales no se entrenaban en las piscinas y playas. No practicaban natación. ¿Por qué? Antes de que la ciencia entrara de lleno en este deporte, se pensaba que la natación causaría una merma en su potencial, porque se pensaba que sus piernas quedaban acartonadas (curiosamente, había quien decía lo mismo de la masturbación).

Nada más lejos de la realidad. El trabajo del ciclista en la piscina es recomendable durante gran parte de la temporada. La natación, siempre acompañada de un plan de entrenami ento que combine ambos ejercicios, es beneficiosa para el ciclista por unas series de razones que continuación vamos a detallar:

1.- Durante la época invernal, la natación es buena para fortalecer los músculos dorsales y lumbares. Es recomendable que se nade de espaldas, o de espalda doble (con los dos brazos a la vez) para potenciar estos músculos.

2.- La natación es un deporte que se basa en unos ritmos de respiración que hay que mantener para poder recorrer unos metros. En resumen: el agua ofrece resistencia a los músculos que posibilitan la respiración, pero nosotros continuamos haciendo ejercicio. La natación nos permite mejorar y controlar la cadencia respiratoria, y cuando estamos fuera del agua nuestra pleura esta tonificada y tenemos la sensación que cogemos más aire. ¿Nadie se acuerda de la tirita sobre la nariz? Pues eso.

3.-Dentro de la piscina se pueden introducir diferentes ejercicios de respiración, apneas que potencien nuestro sistema de aporte y asimilación de oxigeno, que estimulen nuestras mitocondrias musculares. Se trata de trabajos que deben realizarse con precaución, no sea que nos podamos ahogar. Pero desde luego, son efectivos a largo plazo sobre la bicicleta.

4.- Nadando con aletas podemos aumentar la flexibilidad de nuestro tobillo. Por si lo has olvidado, realizamos la pedalada, entre otros, con el tobillo. Y la pedalada se entrena. Otra virtud de la natación para con el ciclismo.

5.- Durante la temporada es recomendable introducir sesiones de trabajo para continuar manteniendo la tonicidad de la musculatura dorsal y lumbar. No todo es natación: pueden ser sesiones regeneradoras de descarga combinadas con saunas, jacuzzis o masajes. Como para decir que no.

6.- Es posible que desgraciadamente se produzcan lesiones que no nos permitan montar en bicicleta. Sin embargo, la mayoría de las veces nos permitirán practicar la natación. Les suele ocurrir todavía más a los atletas. La piscina es una buena rehabilitadora los días siguientes a una lesión.

7.- Estímulo deportivo. Les suena eso de que es beneficioso bañarse con agua helada, ¿no? Pues es cierto. Y también bañarse en el mar, y todo eso. Resulta que científicamente las olas al romper generan en el aire iones de sodio que son respirados por las personas que están cerca. De la misma manera, el tomar el sol( de manera correcta) actúa a modo de pila recargadora.

¡Que sí, que la natación es buena!