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La Natividad de la Virgen de Luca Giordano

Publicado el 11 junio 2024 por Rmartin
La Natividad de la Virgen de Luca Giordano

Realizado entre 1700 y 1702

Óleo sobre lienzo de 155 X 143 cm

Depositado en otra institución

Se trata de un notable estudio nocturno con dos puntos de luz: la vela que porta la mujer de la derecha y el propio cuerpo de la recién nacida. Esta luz moldea de forma irreal el aspecto de las figuras, que aparecen violentamente contrastadas las más próximas a los focos de la iluminación y apenas visibles las demás.

Para lograr el efecto buscado, Giordanoaplicó diferentes recursos técnicos que convierten esta pintura en uno de los experimentos más complejos de sus últimos años en España. Así, parece que Giordano extendió una preparación almagre por toda la superficie, que oscureció hasta el negro en las carnaciones, al menos las que ilumina con violencia en el primer plano. Por su parte, la niña presenta una imprimación de un rojo más vibrante.

Además, el efecto producido por la proximidad de la luz queda reforzado por el uso del pincel, retomando efectos más propios de la pintura mural, como el rayado perpendicular en el perímetro de elementos anatómicos como cabezas o brazos. Por ejemplo, sobre la cabeza de la joven que porta la vela, donde se observan pinceladas cortas y vibrantes en blanco en la zona más próxima a la luz y de tonalidad rojiza en la parte posterior. Con la probable intención de resaltar los efectos lumínicos descritos, Giordano utilizó en esta ocasión, como por otra parte es habitual durante sus últimos años españoles, una técnica suelta con pinceladas nerviosas de colores superpuestos que no llegan a mezclarse y que presentan tonalidades vibrantes como el naranja, crema u ocre. Ejemplo de ello es la figura de san Joaquín, cuya mano izquierda está formada por dedos inexistentes cuya presencia queda señalada por un golpe de luz en las yemas y un filamento luminoso que discurre entre ellos. O su rostro, que a pesar de su aparente rapidez en la ejecución, es todo un ejercicio de talento que descubre la anatomía del anciano modificada por la presencia violenta de la luz, donde a pesar de la técnica veloz, Giordano manifiesta las arrugas de su frente, los cabellos de su cabeza (en cuyo perímetro se encuentran también las pinceladas perpendiculares) o la densidad de su barba blanca. Hay dos ejemplos más de iluminación nocturna de obras tardías en el PradoLot embriagado por sus hijasLucha de Jacob con el ángel, ejemplos todos ellos de la especial habilidad del napolitano en este ámbito. Además, y como ocurre también en Lucha de Jacob con el ángel, Giordano tuvo bien presente la colocación de la pintura, que, por su forzada perspectiva, debió ser un espacio a cierta altura.

Es sorprendente que Ferrari y Scavizzi modificaran en 1992 su primera opinión sobre esta pintura (manifestada en 1966). En la primera publicación aceptaron su carácter autógrafo, considerándola después "obra de amplia colaboración". Esta apreciación puede justificarse únicamente por su depósito en un despacho del Consejo de Estado y por las pésimas fotografías previas a su restauración, a través de las que ha sido conocida hasta ahora la obra.

TEXTO: Web del Museo de El Prado

Ramón Martín



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