La natural virtud de la familia Chaves

Aunque lo hemos publicado en este espacio en anteriores ocasiones, merece nuevamente la pena recordar la capacidad genética de la que disfruta la familia Chaves para trabajar junto a la Administración. Y utilizo el término “junto” que engloba tanto el “para” como el “en” y todo tipo de intermediaciones. Hermanos, sobrinos, esposa del presidente andaluz durante los últimos treinta años, han disfrutado de las concesiones que el gobierno andaluz hizo a diferentes empresas a las que se encontraban vinculados de una u otra manera.

El caso más sangrante, el de MATSA, en el que se conceden diez millones de euros de subvención por parte del gobierno socialista a una empresa de la que es apoderada y máxima responsable de los servicios jurídicos, la hija del propio presidente, llevó un varapalo en la vía penal, si bien el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ordenó iniciar una investigación en Enero de 2.011, algo que fue generosamente silenciado en los medios, lo mismo que la negativa del gobierno a llevar a cabo dicha investigación, asunto recurrido ante el Tribunal Supremo, que afecta al actual vicepresidente tercero del gobierno y que demuestra como claro ejemplo, la transparencia en la gestión del partido socialista.

Lo verdaderamente kafkiano de este asunto es que existan políticos del PSOE que se refieran o califiquen la corrupción en el seno del partido popular como generalizada: Una de dos, o no se leen las noticias y desconocen de un modo absoluto lo que se cuece en su propia formación, o por el contrario, son consumados actores, en cuyo caso deberían de abandonar la política y unirse al mundo de los titiriteros con la señora Sinde, persiguiendo las descargas ilegales y enriqueciéndose a través de la SGAE, que la izquierda pseudoprogresista ha sabido proveerse de diferentes medios económicamente rentables para sus muchos conspicuos.