Revista Coaching

La naturaleza de la propiedad familiar

Por Juan Carlos Valda @grandespymes


Por Ernesto G. Niethardt

La propiedad en la empresa es familiar es diferente en varios sentidos. Ella no solo tiende a concentrar el control, sino también tiene un fuerte componente emocional que la liga a la empresa. Su interés en la empresa va más allá de lo económico, ya que  habitualmente la empresa también es una fuente de su propia identidad y orgullo.

Las familias suelen percibir como una obligación moral su relación con la empresa, e inclusive la ven como un medio para contribuir con la comunidad en que viven. Los miembros de la familia suelen ver a la empresa como un legado que recibieron de  las generaciones anteriores, y perciben que tienen la misión de pasarlo a las generaciones venideras. La participación de la familia en la propiedad, en combinación con una misión a largo plazo y el deseo de continuar con la empresa, es lo que hace que el gobierno de la empresa familiar sea diferente.

La propiedad familiar tiene otra característica distintiva, es una inversión económica que de alguna manera se encuentra atrapada en la empresa, no sólo por su falta de liquidez, sino también porque suele estar sujeta a restricciones que limitan o condicionan su realización. Por eso también, llegado el caso, la valuación de participaciones de empresas familiares suele ser difícil y complicada. Los propietarios de empresas familiares también suelen tener concentrado la mayor parte de su capital en la empresa. Esta concentración del riesgo los hace estar más vinculados, atentos y pendientes de su inversión. Esta concentración económica y emocional de la inversión es lo que hace diferente la propiedad en la empresa familiar.

La participación activa de los propietarios, es la clave del buen gobierno de la empresa familiar. La familia propietaria define los valores, la misión y los objetivos de la empresa. Establece los objetivos financieros y la expectativa de resultados que guían las decisiones del directorio y la gerencia. También da la visión global de la empresa, que generalmente define los parámetros para la estrategia de la empresa. Esta participación activa de los propietarios, es lo que permite un efectivo alineamiento de la toma de decisiones a todos los niveles en la empresa familiar.

Pero el buen gobierno de la empresa familiar requiere algo más que la participación activa de la familia propietaria. Como en cualquier otra empresa, tanto el directorio como la gerencia tienen funciones que cumplir, por lo que resulta esencial que ambos cuenten con unas buenas políticas de gobierno. Tener una clara comprensión de cuales son cada una de las funciones de la propiedad, del directorio y la gerencia, es importante para lograr un gobierno eficiente y efectivo de la empresa familiar. Sobre todo porque muchas veces los miembros de la familia suelen desempeñar distintos y simultáneos roles.

Así como la participación de los miembros de la familia en  distintos niveles complica de alguna manera el sistema, eso  mismo por otra parte genera una vinculación positiva de las diferentes áreas de gobierno. Estas vinculaciones, combinadas con el desarrollo de los vínculos y relaciones familiares, pueden cambiar sustancialmente el grado de confianza que impregna todo el gobierno del sistema. El buen funcionamiento del sistema ayuda a construir y aumentar la confianza en la familia; y una familia que confía y se lleva bien, se convierte en un activo para la empresa. Las buenas relaciones familiares permiten que cada parte del gobierno de la empresa funcione mejor y agregue más valor. Este espiral de confianza facilita la toma de buenas decisiones empresarias.

 


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