Para Miguel la Navidad es muy importante, primero porque es un referente temporal que le ha ayudado muchísimo a manejarse en el tiempo y luego porque le encanta todo lo que tiene algo de navideño.
Llegar hasta la forma en que hoy vive la Navidad ha costado mucho, muchísimo, tanto en esfuerzo como en tiempo.
Miguel tiene ya 16 años y aún nos descubre que algunas cuestiones no las controlaba, si no que prácticamente las acaba de comprender. Son cosas que se llevan repitiendo año tras año, desde que tanto Miguel como sus hermanos eran muy pequeños. Incluso algunas las habíamos dejado de hacer, y de repente él nos las recuerda, como si estuvieran en su mente pero de manera abstracta y ahora por fin las comprende y nos las reclama.
Cuando Miguel era pequeño hacíamos las mismas cosas que el resto de familias, principalmente porque su hermanos Roberto 17 meses mayor que él, nos las reclamaba. Poníamos el árbol, el Belén, calcetines colgados de las puertas, decorábamos la puerta de casa, recibíamos los regalos de los Reyes con mucha ilusión, etc, etc. Miguel no participaba en ninguna de estas cosas, aunque lo trajésemos en brazos, se escabullía y desaparecía, no le interesaba ni un poquito. Esto resultaba triste, muy triste, porque son momentos como muy familiares que siempre generan recuerdos entrañables y me sabía fatal que Miguel no participase. Aún así cada año lo intentábamos, sin decaer, con alegría para que su hermano viese que le dábamos la oportunidad y que acabábamos respetando que Miguel no participase.
Con los años esto fue evolucionando, ya sabéis para las personas con autismo, toda secuencia que se repita tiene augurios de éxito. Lo pueden ir incluyendo en su repertorio de conocimiento y les facilita su comprensión. Sin prisa pero sin pausa.
Lo primero que Miguel comprendió, anticipó y participó fue lo relacionado con los Reyes Magos. Es lo más fácil para él, ya que el refuerzo es claro, los juguetes, que además están basados en sus intereses. La secuencia era siempre igual: mamá me enseñaba los catálogos de juguetes, primero no me interesaban, poco a poco y a base de repetir las páginas que podrían interesarme, iba mostrando un poco de interés, acudíamos a las tiendas y los veíamos, el día 5 íbamos a la cabalgata y el 6 el sofá estaba llenito de juguetes para Miguel. A partir de los 6 o 7 años Miguel empezó a comprender que lo del sofá era para él y que coincidía con lo de los catálogos.
Resultaba más difícil que se interesase por poner el árbol, y el resto de decoraciones navideñas, que no supone un refuerzo directo y personal para él. Como os decía, todos los años intentábamos que participase, forzando un poco para que colocase al menos una bola, y luego dejábamos que se fuera con sus coches. Con el paso de los años, esas tradiciones las ha ido incluyendo como rutinas. Las utiliza como anticipadores, para que llegue la Navidad hay que poner el árbol, el Belén y todo lo demás.
Empezó participando en el árbol, que decoramos siempre igual desde hace 20 años, El mismo árbol, las mismas bolas, la misma cinta roja y dorada y algunos años incluimos figuritas de arcilla que habían hecho Miguel y sus hermanos en las guarderías y en el ciclo de infantil.
Tras el árbol, se interesó por poner el Belén, los calcetines colgados de las puertas, las decoraciones por la casa, el lazo en la puerta de entrada...
Cuando acaba el verano y empieza el curso, Miguel comienza a decir de manera habitual, "ya falta poquito para Navidad, en Diciembre Navidad, en enero Los Reyes Magos".
Este año no iba a ser menos y desde septiembre lleva hablando de Navidad, pero ya está más atento a algunas cosas, por ejemplo cuando en Noviembre vio la primera tienda decorada de Navidad, nos decía "no, no, no, te has equivocado, es Noviembre! En diciembre Navidad!" Tuvimos que explicarle que en las tiendas la Navidad empieza en Noviembre, pero que en las casa no empieza hasta Diciembre.
Todo lo relacionado con Navidad en casa es a partir de Diciembre, tanto es así, que él solo y como primer año, nos dijo "La música de la Navidad los villancicos el día 1 de Diciembre al coche" Es el primer año que nos pide los villancicos, con lo que sigue descubriendo cosas e incluyéndolas en sus rutinas. Por supuesto el día 1 se levantó y en su mente tenía clarísimo que lo primero era llevar el cd de villancicos al coche, porque por fín, podía escucharlos. La noche anterior lo pillé cantando villancicos en su habitación en voz bajita, le pregunté que haces?? Y se reía todo pillo como si hubiera hecho una gran travesura, lo cual me encantó, que Miguel se atreva aunque sea de esa manera tan inocente, a romper una regla, significa que sigue aprendiendo evolucionando y que vamos por buen camino :-)
Como era de esperar anticipamos en el calendario que este fin de semana pondríamos el árbol, el Belén y decoraríamos la casa. Como lo tenía clarísimo nos lo contaba, "el domingo a poner el árbol, Miguel gorro de papá Noel, pondremos las bolas..." Para empezar él ha creado la rutina de que para poner el árbol, debe llevar puesto el gorro de Papá Noel, gorro que él solo se gestiona, lo tiene guardado en su habitación en el cajón que él ha querido sin que nadie intervenga.
Una cosa que nos sorprendió mucho, fue que cuando nos contaba lo que pondríamos en el árbol, incluía las figuritas de arcilla que hicieron ellos mismos en infantil, que los últimos años no las habíamos puesto, aunque las tengo guardadas por supuesto. De alguna manera él las incluía en todo el repertorio navideño.
Para concluir deciros que este año, Miguel ha sido el motor de la decoración en casa, el que más ilusión ha puesto, el que nos ha empujado a todos con esta tradición. Mirando atrás parece increible, aquello de lo que escapaba, que no le motivaba en absoluto, hoy se ha convertido en uno de los eventos más importantes del año para Miguel.
Que no decaiga nunca la confianza en ellos, porque les restaremos oportunidades