La navidad a las puertas

Tras ser atacada por el virus de la gripe, he padecido una enfermedad terrible: perrería aguda. Aunque no me he repuesto del todo, hago de tripas corazón y publico algo, sobre todo, porque me daba la sensación de que estaba preocupando demasiado a algún amigo (Miriam, estoy viva, muchas gracias por tu mensaje).
Como quiera que se acercan estas fiestas tan (excesivamente) entrañables, me estoy empachando de polvorones, turrones, pestiños (pasteles), belenes y buen rollo navideño, he decidido sacar mi gamberra interior y lo hago apoyándome en los más divertidos e irreverentes, los Monty Pyton, y la única película que me hace reír como una loca cada vez que la veo, tachán, tachán.... "La vida de Bryan". Sí, os lo imaginábais. Si hay alguien que no la conozca (lo dudo), esta película es una parodia de la vida de Jesucristo a través de Bryan, un pobre judío que lleva una vida paralela a la del hijo de Dios, con todo lo que conlleva.
Acercándose la Navidad no puede faltar la escena de la adoración, con la que os dejo.

Entre mis escenas favoritas de esta película destaco: la lapidación;¿Qué han hecho por nosotros los romanos?; la lección de latín; la del tipo que llevaba años sin hablar; la concurrencia ante Pijus Maximus; y por supuesto el final. Vamos, que me gusta toda la película. Si después de esta ausencia por vagancia, alguien sigue ahí, me gustaría saber cual es su escena favorita. Os dejo con la lección de Latín.

Pues eso, ROMANI ITE DOMUN Y FELICES FIESTAS A TODOS