Revista Religión

La navidad es el tiempo para perdonar y olvidar

Por Frabreum @FRABREUM
LA NAVIDAD ES EL TIEMPO PARA PERDONAR Y OLVIDAR
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor,¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesúsle dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. Mateo18:21-22
“¿Recuerdacuando…?” Esas palabras se oyen a menudo durante la Navidad. Entre familia ocon amigos traemos a la memoria recuerdos agradables de navidades pasadas. Perotambién nos vienen a la memoria experiencias que no quisiéramos recordar: eldolor de algo que pasó, el aguijón de las críticas negativas, la decepción dealguna promesa incumplida, el rechazo, las aflicciones.
¿Qué hemosde hacer con esa clase de recuerdos? ¿Hemos de arrastrarlos por el resto denuestra vida, junto con el resto de nuestras cargas?
No tieneque ser así, podemos deshacernos de esos recuerdos; es más, tenemos quedeshacernos de ellos. Pero hay solo una forma de hacerlo: por medio del perdón.Perdonar a otros parece algo fácil de hacer, sin embargo, muy pocos lo hacemos.Miramos el perdón como si fuera una alternativa que tenemos en la vida, comoalgo que podemos aceptar o descartar. Pero la verdad es que el perdón es unrequisito fundamental en la vida del creyente.
Desde elpunto de vista de Dios, el rencor – o la falta de perdón – es una maldad. EnMateo 18, Jesús relata una parábola que ilustra las consecuencias del rencor.La parábola habla de un siervo que debía a su señor una deuda equivalente amillones de dólares. Cuando llegó el día en que debía pagarla, el siervo dijo asu amo: “Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo”. El amo seconmovió tanto que le perdonó toda la deuda.
Pocodespués, ese siervo buscó a un amigo que le debía el equivalente a $15 dólares.Al enterarse de que el amigo no podía pagarle, hizo que lo echaran en la cárcely no le importó los ruegos que este le hizo. Cuando el amo del siervo oyó loque pasó, se indignó y dijo que era un siervo malvado, y lo entregó a losverdugos hasta que pagara todo lo que debía.
Note elmonto de la deuda que no fue perdonada: quince dólares. Las deudas pequeñas sonlas que por lo general nos causan más problemas: los resentimientosinsignificantes entre cónyuges o entre hermanos, los rencores que no parecenimportantes como para afrontarlos. Tenga cuidado, esa es la clase de deudas delas que Satanás se vale para atormentarnos. Jesucristo pagó una montaña dedeudas por usted. Sin duda, usted puede ser generoso con las deudas de centavosque otros le deben.
Busque alEspíritu Santo y pídale que le muestre cualquier rencor que usted estéalbergando. Luego, arrepiéntase y deshágase de ese rencor. Haga de esta Navidadno solo un tiempo para recordar, sino también para perdonar y olvidar.
Escritura Devocional para leer:Mateo 18:21-22Texto Bíblico Devocional:Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor,¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesúsle dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Por Kenneth CopelandFuentes: Devocionales Cristianos

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