José Gregorio Piña T.
A propósito de la decisión del Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, de decretar la celebración de la Navidad en Venezuela a partir del primero de octubre; dice la Derecha: «“los católicos hace 2.000 años, que la Navidad es por el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, y reclamaron su exclusiva competencia en estos asuntos. La Navidad es una celebración de carácter universal. El modo y el tiempo de su celebración competen a la autoridad eclesiástica. Esta festividad no debe ser utilizada con fines propagandísticos ni políticos particulares,».
Incluso un conocido fascista venezolano, Enrique Aristeguieta Gramcko, escudado en sus ínfulas nobiliarias y con su acostumbrado discurso clasista, racista, supremacista y ególatra escribió en la Red que eso era una muestra de la ignorancia de los chavistas.
Una sarta de mentiras contienen esos alegatos; veamos:
1-La celebración de la Navidad NO es universal; sólo la celebra en el sentido religioso menos del 25% de la población mundial.
2- La jerarquía católica venezolana, por propósitos estrictamente políticos de un golpe de Estado decretó en el año 2002 que no habría Navidad en Venezuela en diciembre de 2002, sino hasta que «cayera el Rééégimen».
3- La Navidad no es celebrada desde hace 2.000 años, ya que esa festividad sólo fue adoptada siglos después, ya con la Iglesia católica consolidada.
4- Lo peor de todo para esa Derecha es que, si nos atenemos al rigor de las fechas del Cristo histórico, Cristo nació probablemente el primero de octubre. De acuerdo con un análisis de los elementos que aparecen en la descripción de cómo nació Jesús, lo más probable es que haya ocurrido un día de otoño. Según lo que sabemos, los rebaños aún pastoreaban lo que indica que no fue en los fríos meses de diciembre. También argumentan que María no encontraba posada para tener a su hijo pues todas estaban llenas porque mucha gente se había movilizado a celebrar la cosecha. Esto situaría el nacimiento de Jesús después de las últimas dos semanas de septiembre.
En el Evangelio de Lucas, capítulo 1, leemos la historia de Zacarías. Mientras él oficiaba como sacerdote delante de Dios, entró al santuario del Señor para quemar incienso. Él ofrecía el sacrificio y el pueblo oraba, y en ese espacio de tiempo, un ángel del Señor se le apareció a Zacarías y le dijo que él y su esposa Isabel, prima de María, tendrían un hijo al que deberían ponerle el nombre de Juan.
Zacarías (el padre de Juan el Bautista) formaba parte de la rotación de los sacerdotes del templo. A su casa, la casa de Abías, le correspondía la octava rotación (1 Crónicas 24:10) en la décima semana del ciclo sacerdotal para servir en el templo.
Los historiadores calculan que su turno empezó en mayo y terminó en junio. Como Isabel quedó embarazada poco después, Juan el Bautista debe haber nacido en primavera. De acuerdo con el relato bíblico, María quedó embarazada cuando Isabel estaba en su sexto mes de embarazo (Lucas 1:26-27). Así que, si Juan el Bautista nació en marzo o abril, Jesús debió haber nacido en septiembre u octubre de ese mismo año.
El emperador Teodosio I el Grande estableció después del año 380 el cristianismo como religión exclusiva del Imperio Romano «y cuando la iglesia pasa de ser perseguida a ser perseguidora, intenta asimilar dentro del cristianismo todo lo que le sea posible del paganismo». El 25 de diciembre en el imperio se celebraba la fiesta del «sol invicto», el día en que Zeus, el sol, vencía a las tinieblas. Ni más ni menos que el solsticio de invierno, el momento en el que los días empiezan a ser más largos.
El solsticio es el día 21, «pero los antiguos lo celebraban el 25 porque era la fecha en la que ya se notaba que el «sol invicto», es decir, Zeus, estaba venciendo a las tinieblas. ¿Y quién era el sol invicto? Pues Jesús. Por eso se cristianiza esa fecha y se determina que el nacimiento de Jesús fue el 25 de diciembre».
En ese mes los romanos también celebraban los saturnales, una fiesta dedicada al dios Saturno «en la que se colgaban guirnaldas, se hacían regalos e incluso había árboles como los nuestros de Navidad. De esta forma se calcan, se suplantan las fechas y muchas veces las costumbres”.
Así que hasta el siglo IV no se empieza a celebrar oficialmente el nacimiento de Jesús. Aunque hay indicios de que los antiguos cristianos si celebraban el nacimiento de Cristo, lo hacían en otra fecha, en el mes de marzo.
Dicho todo esto, queda comprobado que la Derecha mundial es mentirosa, manipuladora y, además, profundamente ignorante.