La derecha española está pidiendo a gritos una cura de regeneración democrática. No me refiero solo a partidos y militantes, -que tendrían que ser purgados cuanto antes- sino a los millones de individuos y los grupos de sociedad civil conservadores, que apoyan demasiados comportamientos injustos e inmorales, y a veces delictivos.
Los apoyan cuando siguen votando como si nada ocurriera, cuando hacen dejación de principios morales que son necesarios en nuestra sociedad y de los cuales se desprenden al permanecer en silencio ante los atropellos verbales, económicos y políticos carentes de moral.
España necesita que millones de individuos de derecha, manifiesten en público aquello que en privado se autoreconocen, es necesario volcar públicamente valores como el respeto democrático a las instituciones, la tolerancia con los diferentes… que incluya la intolerancia a los corruptos y los desalmados que anidan en sus filas –malnacidos hay en todas partes, pero cada uno debe limpiar su casa, las izquierdas lo hacen entre otras, con el 15-M-.
Este país neesita que la derecha española se desmarque de la dirección política que ejerce ahora la minoría poderosa de la derechona: los neofranquistas, la derecha extrema, los ultra religiosos, los ultramedios, los hooligans irracionales que gritan a los demás para tapar cualquier posibilidad de entender los problemas, lo cual dificulta cualquier solución, necesitamos que los conservadores salgan públicamente y dejen de ocultarse tras tanto mangante aprovechado y abusador.
La sociedad española necesita individuos de la derecha, cultos, racionalistas, respetuosos con el Estado, con sus leyes e instituciones, respetuosos con los usos democráticos y con los individuos, respetuosos con la propiedad colectiva, –no para aprovechamiento personal- necesitamos personas defensoras de la necesidad de lo público como mejor forma de cohesión social, lo cual redundará en mayor justicia y por ende en menores problemas de seguridad, con criterios morales cercanos y respetuosos con los individuos, con los débiles, con la libertad, igualdad, y solidaridad, aplicados sobre la sociedad en su conjunto.
Son necesarios individuos conservadores con criterios morales que incluyan la condena de los curas pederastas, de los ladrones y corruptos, de las tropelías de la banca, de sus quiebras fradudulentas, aunque sean de sus partidos y organizaciones supuestamente afines; es vital, socialmente necesario, que condenen los abusos de poder y el aprovechamiento particular consecuencia de dichos abusos, nos gustaría que esa derecha fuera defensora de comportamientos socialcristianos, para todos por igual.
Ejemplos hay ya demasiados. Recientes son la debacle de Bankia -Caja Madrid y Bancaja- dirigidas desde hace al menos 17 años por el PP, Blesa, Rato, Olivaas, por si ustedes no recuerdan estamos hablando de lo más selecto del PP, de las organizaciones territoriales de Madrid y Valencia y que ahora resulta no tienen culpa alguna en los resultados de Bankia. Que se deberían investigar, sin duda, aunque ya sin hacerlo, con lo visto es suficiente para la condena moral y política, si después de 4 lustros de dirección absoluta sobre los gobiernos comunitarios madrileño y valenciano echan la culpa al maestro armero, con el ‘yo no he sido, yo no he sido’ cuanto menos es inmoral. Lo raro es que la derecha española siga arrastrada en su totalidad por estos individuos que provocan como resultado inmediato que la prima de riesgo suba a máximos absolutos. La derecha de fuera, la derecha inversora extranjera, piensa que son unos irresponsables en quienes no se puede confiar.
¿Recuerdan ustedes que el Sr Rato abandonó el F.M.I. sin haber olido la crisis?, sin hacer ninguna mención a la crisis mundial más grande que hayamos conocido, claro que también se fue del gobierno de España sin enterarse de los peligros que ocasionaría la burbuja inmobiliaria que estaba incubando. -Eso sí perdimos influencia internacional y nadie dice ni pio, el lugar en el F.M.I. como ahora hemos perdido graciosamente el lugar que teníamos en el BCE-
¿Se imaginan ustedes a unos ladrones condenados en el juzgado, diciéndole al juez qué la culpa es suya, del juez, por no haberlos informado de que estaban haciendo algo malo? Pues esa es la derecha gobernante y sus acólitos. No tenían criterio de estar actuando mal, hay que regenerar rápidamente la mitad del partido y casi todos sus voceros.