La necesidad de alcanzar el equilibrio

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La palabra equilibrio tiene muchas connotaciones. Visto de forma centrada en las personas, estás se sienten en equilibrio cuando todas sus áreas vitales de importancia se encuentran balanceadas o niveladas. Para ello una de las cosas que realmente anhelamos es disponer de más libertad y menos trabajo. Ello implica que debemos aprender a lidiar con todo un cúmulo de imprevistos que nos asaltan en nuestro día a día y que nos acechan cada vez con mayor frecuencia. La evolución de la tecnología juega un papel importante en este hecho. El sentimiento generalizado sería el de tener la necesidad de gestionar todo aquello que nos rodea intentando a su vez entender que significado tiene para nosotros y como conecta una cosa con otra.

El primer factor a tener en cuenta es que vivimos continuamente inmersos en un excedente de sorpresas. La velocidad en la evolución de la tecnología, la inmediatez en las comunicaciones y el creciente aumento de la información hace que nuestros niveles de estrés se hayan elevado de forma considerable. Referente a este aspecto y en palabras del propio David Allen, no hay nada nuevo, excepto que todo es nuevo más a menudo. Ante esta situación, debemos proceder a calibrar de nuevo tanto la imagen que tenemos de nosotros mismos como la forma con que nos relacionamos con todo lo que nos rodea ya que esta nueva situación hace que se mueva el suelo bajo nuestros pies.

El segundo factor es que estamos sometidos a una constante sobrecarga de potenciales significados en lugar de información. De hecho, el éxito a la hora de controlar el estrés radica en la capacidad de aplicar en forma de proceso, técnicas de pensamiento que sean realmente efectivas a cada asunto que nos asalte y poder desarrollar de forma metódica un sistema que nos permita gestionar dichos asuntos de forma realmente eficiente. La tendencia general sería la de tratar de gestionar el tiempo. Recuerda, no puedes gestionar el tiempo. Este transcurre sin más y no hay ningún mecanismo ni de detenerlo ni de ampliarlo. Cuando aprendes a autogestionarte, de forma maravillosa, el tiempo empieza a dejar de tener sentido. Lo que si puedes realmente es gestionar tu atención, dando significado a cada uno de los asuntos que te aborden y colocándolos en el lugar donde deben estar según el equilibrio que tratas de alcanzar y al lugar al que te quieres dirigir.

La opción para alcanzar el equilibrio es organizarse de forma eficaz. Esta opción no es innata, pero hay una buena noticia, el proceso puede aprenderse. Al igual que ocurre con la creatividad o con la innovación, existe la creencia que esto viene de serie cuando venimos al mundo, que hay personas que son mas creativas que otras. Esto es falso. Cualquier proceso puede aprenderse a través del establecimiento y la generación de ciertas conductas u hábitos. GTD es un ejemplo de ello. Si aplicas las técnicas descritas al pie de la letra, conseguirás mejorar tu productividad, disminuir tus niveles de estrés, aumentar la sensación de control, mejorar tu concentración e intuición y de forma general, conseguir un mayor equilibrio  entre otras cosas. ¿Te atreves a caminar para alcanzar un mayor equilibrio?