No debe extrañar que sea este el siguiente título en ser reseñado por un servidor. Me he enamorado de Carmen Mola (literariamente hablando) pues no se da a conocer, lo que la hace aún más misteriosa o misterioso.
Con La Nena se alcanzan las cotas de suspense/ terror que todos venimos deseando desde que comenzamos a leer La novia gitana. Y estas expectativas se cumplen con creces. En esta ocasión deberemos descubrir quién se oculta tras ese apelativo y para ello no nos libraremos del olor a porqueriza, en especial uno que llegaremos a odiar. Mientras tanto, sufriremos por Chesca, a la creeremos conocer de entregas anteriores; y comprobaremos que nos hemos equivocado.
Ahora le tocará sufrir a Zárate y a todos cuantos constituyen la BAC, a la que se incorpora la peculiar Reyes, una sex fluid sobrina del comisario Rentero.
Cuando creemos que nuestra capacidad de sorpresa ya no tiene límites, Carmen Mola da un paso más y nos deja por mentirosos. Se trata de un argumento digno de películas de suspense y terror y por ello aquellos a los que estas le apasionan encontrará en La Nena la horma de su zapato. Si se tratase de una trilogía, sería en la última cuando deberíamos quitarnos el sombrero y brindar. Pero lo cierto es que quedan ganas de nuevas entregas para conocer realmente los límites de Mola, y estoy seguro de que ella no es de las que se conforman y regalará nuevas emociones.
Relájense y pidan un buen plato de albóndigas como los que sirven en el Zarco y dispónganse a leer y no parar de hacerlo hasta que se hayan olvidado de que tiene tareas pendientes. Viajarán a Cuenca y realizarán una visita a preciosos enclaves de la provincia de Segovia. También asistirán a lamentos, sufrimiento y hasta el sentimiento de culpa. Puede que incluso se vuelvan agresivos con ganas de impartir justicia. Quién sabe, es la magia de la lectura.
Pero tengan cuidado cono encariñarse con los personajes, que la cosa se puede poner fea.
Tras los hechos narrados en la presente novela, quizás muchos se hagan preguntas que nunca habían formulado e incluso puede que las respuestas que ofrezcan no concuerden con sus creencias, lo que gustan en llamar su forma de ser. Ello solo obedece a lo que viene a llamarse ética de situación.
Cuando hayan terminado con esta tercera entrega, será hora de preguntarse el protagonismo de las moscas que Alfaguara ha decidido regalar a las portadas de los tres volúmenes ¿recuerdos de la miasis? Si se encuentran con cuatro insectos sobre líneas de color... ¡Compren ese libro!
En fin, es hora de leer y sacar las conclusiones que cada uno desee. Los libros, como los vinos, pueden ser aconsejados, pero el gusto individual será el que termine imponiéndose a los consejos.
Espero que esta reseña ayude a los indecisos.
Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez