Revista Comunicación

La nena nini

Publicado el 31 mayo 2014 por Lya
Es lo que tiene tener días libres. Que estoy en casa y veo la tele. Aunque sea de refilón, sin querencia y de chiripa. Pero la veo, qué se le va a hacer. Ayer me pasó, fíjese usted, que iba yo a comer y enchufé el aparato, 'para ver qué hay'. Y lo que había era la Pantoja. Y no fue cuestión de mala suerte, de vaya hombre, también qué casualidad, no. Es que ayer en la tele de este país solo hubo la Pantoja.
La Pantoja habló. Gratis. Y los reporteros que se pasan los días en la estación del Ave esperando que algún famoso los gruña para tener algo de lo que tirar ('Fulanito no está de humor, ¿por qué no está de humor Fulanito?, ¿lo habrá dejado con Menganita?), los reporteros, digo, fliparon en colorines y las cadenas más. La Pantoja habló. Que el mundo se pare. Que se detengan los satélites. España aguanta la respiración y asiste emocionada al fenómeno. Habló. La Pantoja. 
La nena nini
Y habló de ese engendro que tiene como hija. Que de eso, conste, vengo yo a hablaros. Porque a cuenta de las palabras de la folclórica, me enteré bien de la historia de su nena nini. Y me dio pena, e hice, porque yo soy así, un paralelismo con la situación de buena parte de la juventud de este país. Jóvenes cuya máxima aspiración es salir en 'Putones, pilinguis y viceversa', o perder el culo por hacerse una foto con un famosillo de quinta, salido precisamente del programa anteriormente mencionado o de alguno similar. De esos que vienen a las discotecas de los pueblos a cambio de un puñado de euros y de unas cuantas toneladas de dignidad, las que pierden tanto ellos como los que acuden a su llamada solo por tener una foto que poner al día siguiente de portada en al Facebook. Y digo foto pero sé que algun@s buscan el rollo para ver si pueden terminar haciéndose un 'Deluxe' a costa de contar cómo aquel famos@ por nada acabó con ell@s en el baño de la disco. 
Esto es reflejo de muchos jóvenes de este país nuestro. Y es reflejo de la nena nini de la Pantoja, que ni estudia ni trabaja ni ganas. Para qué, si ya tiene las cámaras, los focos y se puede sentir importante y famosa. Pero lo más grave en este caso son las oportunidades que ella, por ser quien es, tiene y no aprovecha, oportunidades que no tienen otros que pelean por conseguir becas para seguir adelante con sus estudios y sus sueños, por ejemplo.
Esta muchacha en vez de intentar hacer algo de provecho con su vida, de luchar por ser alguien a través de su esfuerzo y sus ganas (y del dinero de mamá), en vez de eso prefiere dedicarse al faranduleo. Qué triste, ¿no? Tantas cosas que estarían a su alcance y que no valora, que se va a perder por aferrarse a la nada, a la vacuidad. Qué pena. 

Ya lo decía mi abuela, Dios da pañuelo a quien no tiene mocos. 



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