La neumonía consiste en una inflamación aguda el pulmón que origina dificultad de respiración, y suele presentarse en bebés por la inmadurez del sistema inmunológico. Las causas de la neumonía pueden ser infecciosas, aunque existen bacterianas o atípicas.
Aunque muchos recomiendan que se trate en el hospital, también puede ser muy efectivo un tratamiento en el hogar, de hecho hay estudios que demuestran que se puede ofrecer un buen y efectivo tratamiento en el hogar.
Los síntomas de la neumonía pueden ser tos seca, temperatura alta, respiración rápida, ruidosa y difícil y deterioro de un niño. Generalmente empieza con catarro y después aparecen otros síntomas, aunque la bacteriana empieza con fiebre, dificultad respiratoria y otros síntomas.
Cuando un bebé tiene neumonía hay que hacer que se hidrate bien, el uso de nubalizadores, aunque lo primero que se recomienda hacer en el caso de un bebé es acudir al pediatra para que revise al bebé y ofrezca los consejos que se recomiendan, en ocasiones antibióticos, pero no se suelen recomendar antitusivos. Es importante para poder ofrecerle un buen tratamiento, y no confundir esta enfermedad con otras.
Se recomienda además la lactancia materna en los bebés, ya que esto ayuda a mejorar el sistema inmunológico y proporciona numerosas ventajas a los bebés.
El niño puede recuperarse de la neumonía en un plazo de entre 6 y 8 semanas, además de no ofrecer repercusiones a largo plazo en los bebés ya que se acaba recuperando totalmente.
El tratamiento de la neumonía en niños y bebés va a depender de la edad del niño y los síntomas y complicaciones que tiene, por lo que se recomienda consultar con un médico que será el que mejor asesore sobre el tratamiento en cada caso. Hay que tener especialmente cuidado con la neumonía en los bebés, ya que tienen un sistema inmunológico menos maduro.
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