La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Entre sus posibles causas están diversos agentes infecciosos, tanto virus como hongos o bacterias. Los más comunes son el 'Streptococcus pneumoniae', la causa más común de neumonía bacteriana en niños y el 'Haemophilus influenzae' de tipo b (Hib), la segunda causa más común de neumonía bacteriana.
Esta enfermedad se puede propagarse por diversas vías: Los virus y bacterias presentes comúnmente en la nariz o garganta de los niños, pueden infectar los pulmones al inhalarse, pero también pueden propagarse por vía aérea, en gotículas producidas en tosidos o estornudos. Además, puede propagarse por medio de la sangre, sobre todo en el parto y en el período inmediatamente posterior.
La mayoría de los niños sanos pueden combatir la infección mediante sus defensas naturales. Sin embargo, los niños inmunodeprimidos presentan un mayor riesgo de contraer neumonía. "El sistema inmunitario del niño puede debilitarse por malnutrición o desnutrición, sobre todo en lactantes no alimentados exclusivamente con leche materna. La presencia previa de enfermedades, como sarampión, o infecciones de VIH asintomáticas también aumentan el riesgo", destaca la OMS.
También existen factores ambientales que aumentan la susceptibilidad de los niños a la neumonía, como son la contaminación del aire interior ocasionada por el uso de biomasa --como leña o excrementos-- como combustible para cocinar o calentar el hogar; vivir en hogares hacinados o el consumo de tabaco de los padres.
INMUNIZAR Y MEJORAR LA ALIMENTACIÓN
La prevención de la neumonía infantil es "un componente fundamental de toda estrategia para reducir la mortalidad infantil", según la OMS. La inmunización contra la Hib, neumococos, sarampión y tos ferina es "la forma más eficaz de prevenir la neumonía", apunta estos expertos.
"Una nutrición adecuada es clave para mejorar las defensas naturales del niño, comenzando con la alimentación exclusiva con leche materna durante los seis primeros meses de vida; además de prevenir eficazmente la neumonía, reduce la duración de la enfermedad", afirman.
"También puede reducirse el número de niños que contraen neumonía corrigiendo factores ambientales como la contaminación del aire interior --por ejemplo, proporcionando cocinas de interior limpias a precios asequibles-- y fomentando una higiene correcta en hogares hacinados", agregan.
CASI 440 MILLONES PARA TRATAR LA NEUMONÍA EN PAÍSES POBRES
La enfermedad se trata con antibióticos, que suelen recetarse en centros de salud u hospitales. No obstante, la inmensa mayoría de los casos de neumonía infantil puede "tratarse eficazmente en el hogar", según la OMS, que recomienda la hospitalización "de los lactantes de dos meses o menos y de los casos muy graves".
"Hay investigaciones que han determinado que la prevención y el tratamiento adecuado de la neumonía pueden evitar un millón de fallecimientos de niños al año. Únicamente mediante el tratamiento adecuado pueden evitarse 600.000 muertes al año", resaltan desde la OMS.
El coste de tratar con antibióticos a todos los niños enfermos de neumonía en los 42 países más pobres del mundo es de unos 600 millones de dólares (unos 439,6 millones de euros).
Tratar la neumonía en el África subsahariana y Asia meridional --donde se producen el 85% de los fallecimientos-- costaría la tercera parte de esta cantidad, unos 200 millones de dólares (unos 146,5 millones de euros), incluyendo el coste de los antibióticos y también la formación de profesionales.
Desde | Europa press
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