Revista Salud y Bienestar
Es
un síndrome que afecta los nervios ópticos y la médula espinal.
Las personas con neuromielitis óptica desarrollan neuritis óptica,
que causa dolor en el ojo y pérdida de la visión, y mielitis
transversa, que causa debilidad, entumecimiento y a veces parálisis
de los brazos y las piernas, además de alteraciones sensoriales y
pérdida del control de la vejiga e intestino. La neuromielitis
óptica conduce a la pérdida de la mielina, que es una sustancia
grasa que rodea las fibras nerviosas y ayuda a que las señales
nerviosas se mueven de una célula a otra. El síndrome también
puede dañar las fibras nerviosas y estropear zonas de tejidos.
Durante la evolución de la enfermedad, por razones que aún no están
claras, los anticuerpos y las células del sistema inmunitario atacan
y destruyen las células de la mielina en los nervios ópticos y la
médula espinal. El descubrimiento reciente de un anticuerpo en la
sangre de las personas con neuromielitis óptica ha dado a los
médicos un biomarcador confiable para distinguir entre la
neuromielitis óptica y la esclerosis múltiple. El anticuerpo,
denominado anticuerpo de inmunoglobulina G de la neuromielitis óptica
(IgG-NMO), parece estar presente en aproximadamente el 70% de las
personas con neuromielitis óptica y no se encuentra en personas con
esclerosis múltiple u otras afecciones similares. No hay cura para
la neuromielitis óptica, su tratamiento consiste en el reemplazo, de
la sangre del paciente mediante filtros, en un proceso similar a la
diálisis, y luego se reinyecta en el paciente a través de un goteo
de infusión. Alternativamente, se puede colocar albúmina.