La neutralidad de la red amenazada

Imagina un Internet diferente al que conoces. Donde para poder acceder a Ubuntizando tengas que pagar un céntimo a tu operadora y así por cada web que visites porque no está en tu plan básico contratado o no puedas ver un vídeo en YouTube porque tu plan solo te permite visitar ebuTuoY (web inventada de la competencia), y ya por último en el momento de contratar tu plan de Internet tener que elegir entre tu plan Fuchibook o Netflomitas. ¿Lo tienes? Mantén la imagen en tu memoria.

Estos ejemplos son algo disparatados pero sirven para ejemplificar el disparate que puede convertirse la red en los próximos años acercándose más a lo que ofrece una pavimentada televisión por cable (planes, límites y ofertas) en lugar del “bosque libertario” que es ahora.

La neutralidad de la red es, básicamente, el principio por el cual todo el tráfico de Internet tiene que tener las mismas condiciones.

Hasta la fecha la cosa era más o menos así. Se podría decir que la red era neutral donde todos los usuarios, multinacionales incluidas, tenían los mismos derechos de paso entre las diferentes redes que conforman la red de redes. Esto viene a significar que puedes acceder a todos los contenidos de la red sin más pago que tu cuota de conexión y los datos llegan a ti en igualdad de condiciones. Dicho de otro modo, si tu puedes ver Youtube tu vecino también y ninguno paga más dinero o debería decir peaje. Peaje, la palabra mágica.

Ok, ok, ok… España no es un país muy neutral en ese punto. Ya son normales las tarifas donde se limita tu velocidad en función del volumen de datos usados. “Te has quedado sin velocidad en tu conexión ¿deseas contratar 200MB por un euro?”, a todos nos suena. Pero a pesar de la reducción de velocidad sigues accediendo al contenido. El enfoque usado en España, como en la mayoría de países de Europa es diferente a lo que en EEUU parece haberse aprobado. ¿Llegará algún día? Sí, ni lo dudes.

Desde ahora, al menos en EEUU, las operadoras podrán establecer su propias normas. Podrán ofrecer planes que potencien el acceso a ciertos servicios y limiten otros. Supone también que las empresas en el momento que comiencen a despuntar con un servicio online deberán pagar un peaje a estas redes para poder llegar al usuario o condenarse a desaparecer. Pasamos de un anarquismo más o menos controlado a una sociedad feudal donde los señores de la red deciden cuánto y cómo como pago al paso por sus dominios. Volviendo a los ejemplos imaginarios, puedes tener la mejor pizzería de la ciudad pero si tus usuarios no pueden conectar contigo para hacer pedidos o visitarte ya sabes como acaba tu historia.

Si todavía no te has enterado. El jueves pasado la administración de Donald Trump ha logrado tumbar la orden administrativa (no una ley) promulgada por Obama en 2015 por la que se imponía el llamado principio de “neutralidad de la red”.  De entrada volvemos a la situación anterior pero se abre la puerta al desproposito que antes me refería ya que la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones) y en especial la FTC (Comisión Federal de Comercio) no tendrán el peso que antes tenían en la toma de decisiones siendo nuevas comisiones, controladas por gigantes del sector, las que se encargaran de dar forma a la realidad que está por venir.

En Europa por el momento podemos estar tranquilos. La comisión Europea asegura que seguirá protegiendo la neutralidad de Internet en Europa pero como dice el refrán “cuando veas las barbas de tu vecino remojar”.