O al menos así lo cree la fotógrafa Stéphanie de Rougé (Estefanía de Rojo, que nombres más sugerentes se ponen estos gabachos), a la que le gusta ponerse a cotillear a la gente para ver que tiene en la nevera. Según sus palabras:
Mi principal interés en la vida es observar a la gente en las ciudades. Como trabajan, respiran, se relacionan. Como andan, comen y se despiertan. Donde encuentran descanso, poesía u objetivos. Donde esconden sus secretos. Mi propósito no es invadir, pero sí compartir.
Vamos, lo que se dice vulgarmente una cotilla como la copa de un pino. Pero como la gente no se la parece quejar y además hace unas series de fotografías la mar de chulas (aparte de que, admitámoslo, todos somos un poco como ella) no vamos a quejarnos demasiado. En su web podéis encontrar un par de series más dedicadas al cotilleo “urbano” de la amiga Stéphanie. Esta me la he encontrado en Pondly. Hala, a mirar las neveras, y luego a comprobar si la propia nos refleja o no.