La primera señal es agua por el suelo. O un paquete de leche que no está tan frío como debería estar. Sí, necesitas a alguien que te ayude y vaya a tu casa a echar un vistazo al frigorífico. En este artículo te vamos a revelar cuándo debes repararlo o cuándo ha llegado el momento de comprar un frigorífico nuevo.
Cuándo reparar: problemas habituales del frigorífico
La mayoría de los problemas están relacionados con termostatos defectuosos, resistencia sucia o drenaje defectuoso del aparato. Si escuchas a un técnico decir estas palabras, muy probablemente el frigorífico va a tener un arreglo relativamente barato. Compara aquí presupuestos de reparaciones de frigoríficos.
Los termostatos defectuosos y las resistencias sucias suelen dar signos que advierten de un posible problema. El principal de ellos es que el frigorífico no mantiene bien la temperatura. Ambos problemas tardan sólo una hora en ser arreglados, con precios que pueden variar entre 80 o 100 euros por hora.
Limpiar la resistencia es algo que es necesario hacer como prevención, pero si la suciedad aumenta a lo largo del tiempo, tarde o temprano necesitarás que un profesional limpie el frigorífico, ya que éste no va a mantener bien la temperatura mientras la resistencia esté sucia.
Si ves que tu nevera está goteando agua, es muy probable que un tubo de drenaje se haya obstruido, lo que provoca acumulación de agua y hielo en la base del congelador o la nevera (y puede llegar a gotear). El coste de este tipo de reparación puede ser un poco más alto, dependiendo de lo grave que sea la situación, ya que con el tiempo el hielo se va acumulando y la carga de trabajo que será necesaria para liberar los canales de drenaje será mayor.
Cuándo cambiar la nevera: haz cuentas
Si arreglar el frigorífico es más caro que comprar uno nuevo, es conveniente que te plantees comprarlo, especialmente si el profesional dice que ya no enfría correctamente o que hay un problema en el compresor. Ambos arreglos tardan mucho tiempo en solucionarse, con lo que el coste de la mano de obra aumenta.
Una refrigeración baja es una señal de que puede haber un agujero en el sistema de sellado. En este caso, tendrías que pagar a un profesional para que desmonte el frigorífico hasta encontrar el problema. El compresor es el principal impulsor del aparato. Sólo comprar la pieza suele rondar los 200 euros, a lo que hay que sumar al menos 3 horas de trabajo, con lo que puedes llegar a pagar hasta 500 euros por toda la reparación.
La nevera no funciona: cómo prevenir problemas
Es conveniente seguir las recomendaciones del fabricante, ya que si nos recomiendan cuidar el frigorífico de determinada manera, suele ser por algo. Programar el congelador al máximo puede ser contraproducente, ya que el compresor tendría que funcionar a la máxima potencia todo el tiempo y no podrá hacer los ciclos de desconexión. Puede ser incluso que se llegue a quemar el sistema. Te recomendamos que sigas las siguientes acciones de mantenimiento para mantener en perfectas condiciones tu frigorífico:
Semanalmente: limpia el frigorífico para que no esté demasiado cargado, se puede desgastar el sistema de refrigeración.
Semestralmente: cambiar el filtro del agua, de lo contrario, los tubos se calentarán.
Cada año: localiza el condensador de agua en la parte trasera o delantera. Es probable que se obstruya con polvo, pelos, restos de comida, entre otros. Si el condensador se estropea, la reparación puede costar cerca de 500 euros, con lo que es importante mantenerlo limpio.
A la primera señal de alerta: llama a un técnico lo antes posible. Cuanto más tiempo tenga la nevera un funcionamiento extraño, más graves serán los daños que sufra.