La nieblaStephen KingISBN: 9788483468012Formato: Tapa blanda– 320 PágsEditorial: DeBolsillo
He aquí una serie de historias -unas, horripilantes en su extravagancia; otras, tan terroríficas que disparan el corazón- que son el producto más acabado de una de las más poderosas imaginaciones de nuestro tiempo. En La niebla, historia inicial del libro, extensa como una novela, un supermercado se convierte en último bastión de la humanidad al invadir la tierra un enemigo inimaginable... En los desvanes hay cosas que conviene dejar tranquilas, cosas como El mono... La más soberbia conductora del mundo le ofrece a un hombre El atajo de la señora Todd, para llegar antes al paraíso... En fin, todo un ramillete de emociones y escalofríos, cuyas flores se abren por la noche...
Este es uno de los típicos libros que te quedan sin leer de tu autor favorito, a pesar de que corresponda a su etapa “clásica” y lleve escrito desde mediados de los 80. Mas tarde (muchísimo más tarde, de hecho hace poco) hicieron una película que aun no he visto porque pensaba leer la “novela” antes, sobre todo por las malas opiniones que había leído al respecto. Total, mejor conservar el recuerdo de una buena historia en papel, que no recordar siempre la mala impresión de la película.
Sea lo que sea, en realidad ni siquiera puedo llamarlo novela. De hecho, hay dos ediciones a la venta: una es la clásica que engloba La niebla y dos relatos; la otra es la que hicieron por la película, e incluye solo la primera historia. Yo quiero hablaros de esa primera opción que es la mía, que además incluye un genial prologo del propio autor en el que habla de la necesidad interior de escribir relatos y la escasa remuneración económica que conllevan.
Es un librillo corto, de poco más de 300 páginas en edición de bolsillo y que comienza con La niebla. Indudablemente fue inteligente editarla independientemente con un nuevo formato y una nueva portada, ya que tiene todos los elementos formales para considerarla una novela en sí misma: extensión, distribución en capítulos y clara definición de los personajes.
Por supuesto, al estar escrita en 1985 (o antes… nunca se sabe con los relatos editados) cuenta con los elementos de terror psicológico que caracterizan la parte más clásica del señor King. Por ejemplo, el ambiente claustrofóbico que se produce cuando una niebla que lleva en su interior sabe-Dios-que-cosas le deja encerrados en un supermercado.
Destaca también el uso de los tiempos verbales simples. Quizá este se note más en la versión original, aunque creo en ninguna de sus obras habrá un pasado compuesto. Parece una tontería, pero es uno de sus rasgos más característicos y en el fondo es eso lo que produce una lectura fluida y sencilla, rápida de asimilar.
En cuanto a los personajes, están bastante bien definidos (especialmente los protagonistas, como no) y algunos de ellos son tan absolutamente geniales, para bien o para mal, que nos llevan al extremo de amar u odiar. Como siempre que tenemos una mezcla de gente reunida en un espacio cerrado, habrá un poco de todo: un histérico (o histérica) y un cretino, un buen samaritano y un loco. Porque siempre tiene que haber uno, aunque en este caso sea una anciana un poco pasada de rosca, que da bastante yu-yu.
El final de esta historia es “de salva” como el mismo autor define, lo que quiere decir que nos deja la opción de decidir que creemos que ha pasado. No descarto una futura continuación, en vista de que últimamente los clásicos no se pueden dejar dormir tranquilos (véase la continuación de El resplandor). Pero teniendo en mente que hace casi 30 años que fue escrita y que la película fue un fracaso… creo que esto se queda aquí.
Le sigue en las páginas un relato de corte clásico, “El mono”. Se extiende aproximadamente 50 páginas en las que nos presenta a un mono de juguete con platillos, que tiene una siniestra (yo más bien diría escalofriante) capacidad: sus platillos tocan a muerto. Es decir, si el mono toca, alguien muere.
El protagonistas es un hombre atormentado por los daños que este objeto causo en su infancia, y que vuelve a vivirlo cuando el mono que creía haber tirado al pozo 20 años atrás vuelve a aparecer en el desván. Los personajes en este caso son más limitados por lo escaso del texto, pero aun así se centran y definen correctamente. Es increíble el papel que realizan los niños en sus relatos, siendo siempre los débiles y asustadizos los que tienen la capacidad de ver más allá que el resto.
Cierra el volumen con El atajo de la señora Todd, uno de esos relatos raritos de que de vez en cuando King se saca de la manga. No es terror, ni misterio… es más bien fantasía con un toque de realismo. En este caso es muy corto y trata de una mujer (desaparecida y no encontrada nunca) que siempre una obsesión extraña por buscar el camino más corto.
Una historia igual de clásica que no podían dejar de incluir en este tomo, que refleja en cada parte todo lo que King era capaz de escribir… y supongo que aun puede. No podemos negar, que aunque tiene novelas realmente espectaculares, ha escrito en su vida ciento/miles de relatos, y existen muchas antologías editadas. Sin duda no solo es el maestro del terror, sino también de las historias cortas, que si no habéis probado, os recomiendo que hagáis. ¿Quién sabe? Igual os engancha como mí…