Revista Libros

"La niña gorda y otros relatos inquietantes" - Marie Luise Kaschnitz

Por Marapsara

Este magnífico volumen de cuentos se lanzó en octubre, coincidiendo con los preparativos de la famosa noche de Halloween, o Samhain para quienes celebran la festividad celta; pero si partimos de que cualquier día es adecuado para disfrutar de buena literatura con matices inquietantes, podemos decir sin duda que este libro es una magnífica recomendación para cualquier día del año.
Breve y muy selecto, este volumen nos deleita con una sucesión de personajes que deambulan por la Alemania de mediados del siglo XX pero cuyas historias podrían desarrollarse en cualquier otro momento y lugar, ya que tienen matices que las convierten en intemporales; sus peripecias podrían sucedernos a cualquiera de nosotros. Solo esperemos no encontrarnos nunca en sus zapatos.
Una selección de sobresaliente
Marie Luise Kaschnitz fue una escritora muy prolija, que nos legó una maravillosa producción literaria. En España pocas editoriales han mostrado interés en sus obras, tanto es así que actualmente solo disponemos de cuatro de sus libros en circulación. La editorial Pre-Textos publicó “Lugares” y “Aún no está decidido” en 2007 y 2008, respectivamente, y la editorial Minúscula hizo lo propio con “La casa de la infancia” en 2009. Desde entonces, un gran silencio, hasta el volumen que hoy os propongo, que viene de la mano de la editorial Hoja de Lata.
Sin duda, queda mucho camino por recorrer en este sentido, y sería una gran noticia que el público demandase su literatura (plagada de premios y reconocimientos en otros países) y se apostara en firme por su obra. Escribió multitud de relatos, pero también nos dejó algunas novelas y poemas. Su obra es el producto de la necesidad de aferrarse a la palabra escrita para dar sentido a una vida que no encajaba dentro de los cánones sociales establecidos.
“La niña gorda y otros relatos inquietantes” se presenta con una deliciosa edición que me ha fascinado por las siguientes características: físicamente, las cubiertas se presentan en dos texturas diferentes (de cartón más rugoso con algunas partes satinadas) y la ilustración principal es delicada, misteriosa, muy cuidada y llamativa, obra de una verdadera profesional (Marta Orlowska), creadora de obras tan inquietantes como atrayentes, reflejo perfecto del contenido de este libro.
En el interior, tras la estupenda selección de doce relatos, se encuentra un epílogo muy esclarecedor, que aporta información muy valiosa acerca de la vida de la autora, de su personalidad, el ambiente en el que creció y las influencias que marcaron su estilo literario.
Las causas del miedo y otros argumentos perturbadores
Si hay que definir con un solo adjetivo estos relatos, sería el de inquietantes, porque en ningún caso se trata de literatura de terror, o de género fantástico. La narración parte siempre de situaciones más o menos mundanas para dar enseguida un giro ligeramente siniestro (esa sensación de contemplar una estatua que de repente se mueve un poco, como lo define la escritora Pilar Pedraza), que deja al lector confuso y atrapado irremediablemente en el devenir del argumento.
Un elemento muy común en todos estos cuentos es la dudosa cordura de los personajes. No siempre queda clara su salud mental, en contraposición al resto de personajes o la situación a la que debe enfrentarse. Por ejemplo, en “El tarado” tenemos un funcionario de Tráfico que recibe ese mote por parte de sus compañeros porque gradualmente su trabajo le va obsesionando hasta alcanzar límites poco saludables: pero cuenta con la justificación de trabajar en un puesto que supone un pulso continuo con la mismísima Muerte, luego su locura, ¿acaso no está justificada? Esto queda a juicio del lector, así como en el relato “Sí, mi ángel”, una penosa historia en la que una anciana se abandona a sí misma debido a una malsana obsesión por su huésped, que a su vez se aprovecha de ella.
También las identidades confusas juegan un importante papel en las tramas. Así, en “La niña gorda” encontramos un manejo del tiempo tan sutil que nos hace cuestionarnos quién es quién, o si los personajes son reales o tan solo fabulaciones, o apariciones fantasmales. Algo similar sucede en “Osos polares”, sin duda uno de los mejores cuentos de toda la recopilación y que da comienzo al libro. En él, una mujer habla con su marido en una situación extraña que podría ser real… pero de pronto, no solo el marido no es lo que creíamos, sino que el final, onírico y siniestro, tampoco nos deja muy claro quién era ella.
El verdadero fondo del ser humano: las motivaciones de Kaschnitz
Una de las cosas que más me han gustado es la capacidad de Kaschnitz para extraer los sentimientos más oscuros y enterrados de los personajes, como hace a la perfección en el relato “El paseo”. Se trata de un relato profundamente visual, que podemos imaginar con facilidad en forma de corto cinematográfico. Una pareja feliz pasea por el campo, hasta que de pronto se sabe perdida. Entonces, por la mente de la chica comienzan a atravesarse pensamientos de una gran frialdad, que muestran a la perfección sus miedos y sus verdaderos sentimientos.
También se cuestiona la capacidad del ser humano para intervenir en las vidas ajenas, como en “Un hombre, un día” o “Conversaciones lejanas”, relatos que dan lugar a reflexiones existenciales y que nos obligan a replantearnos conceptos tan complejos y amplios como el destino, la maldad o los convencionalismos sociales que nos apartan de nuestra naturaleza animal.
Como bien nos explican en el epílogo de este libro (breve y conciso, plagado de datos interesantes), Marie Luise Kaschnitz no disfrutó de una vida fácil. Su personalidad era compleja y retraída, desde niña fue hipersensible y para colmo creció en la Alemania de la primera mitad del siglo XX. Plasmó en forma de palabras el desasosiego que sufrió y vio en quienes la rodeaban. Las sombras del miedo y la angustia, que no llegan a revelarse nunca de una forma clara, planean como una bandada de buitres entre las líneas de sus textos, al acecho. La escritura era el único medio a su alcance para reproducir una realidad paralela a la de su día a día: una existencia que no conseguía entender en su totalidad y de la que era preciso escapar.
Reseña publicada originalmente en El Mar de Tinta.

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