Fecha de publicación: Junio de 2015
Número de páginas: 256
Sinopsis: Dicen que el amor da alas... ¿Estás listo para volar? Una cartera parisina necesita viajar a Marrakech para llevarse de allí a su hija adoptiva, muy enferma. Pero, cuando Providence Dupois está a punto de partir, un volcán islandés despierta y paraliza el tráfico aéreo europeo. Desesperada por reencontrarse con la niña, la joven madre entiende que tan solo le queda una opción: echar a volar. Un joven enamoradizo ayudará a Providence a emprender este viaje tan extraordinario, a lo largo del que conocerá a personajes tan variopintos como un chino que habla como un pirata y unos monjes tibetanos que escuchan a Julio Iglesias. Y es que el amor de una madre es tan fuerte como para despegar hacia las nubes. Una fábula para adultos con un mensaje de amor universal.
Opinión personal
La verdad es que, cuando este libro llegó a mis manos, no sabía mucho sobre él y quizás por eso no me llamaba la atención. Pensaba que era un libro juvenil más y no soy lectora habitual de novelas jueveniles, pero tras leer sus sinopsis me llamó la atención que la enmarcasen como "una fábula para adultos".
Todo comienza con un corte de pelo. Un cliente, que es controlador aéreo, le dice al peluquero si quiere que le cuente una historia que le dejará con la boca abierta. Y lo que empieza a narrarle es tan rocambolesco como el título de la propia novela, en palabras del propio peluquero: "Es decir que, un buen día su cartero, que es una cartera, irrumpe en su torre de control en bañador aunque la playa más cercana esté a cientos de kilómetros, y le pide permiso para despegar de su aeropuerto batiendo los brazos como una gallina."
Porque mientras hay vida hay esperanza, y mientras haya seres humanos, habrá amor.
Esa mujer cartero, es Providence, la protagonista de nuestra historia, que tras conocer de forma casual a Zahera, una niña marroquí que lleva ingresada toda su vida por una extraña afección pulmonar, decide que la adoptará, se la llevará a París y le dará la oportunidad en la vida que se merece. Y justo el día que pretendía ir a por ella, se encuentra el aeropuerto parisino de Orly sumido en el caos por una nube de cenizas procedentes de un volcán islandés, la cual no permite surcar el territorio aéreo. Si no puede volar, si las estaciones de tren estás saturadas, y no queda un solo coche de alquiler disponible en todo París... ¿Qué solución queda? Providence, súper madre, decide que aprenderá a volar para ir ella misma a por Zahera.
Tras su lectura, lo que me fascina de este libro es que detrás de una lectura súper ligera, cargada de humor y ocurrencias disparatadas con las que no puedes evitar reirte, se esconde una historia dura y triste, pero a pesar de eso, el lector pasará un rato fantástico sumido en sus páginas. Sin duda 'La niña que se trago una nube tan grande como la torre Eiffel' es una historia muy especial, cargada de emotividad, y no sabrás realmente lo que se esconde en sus páginas hasta que te aventures a ellas.