La (no) operación bikini que funciona al 100%

A finales del invierno ya sabemos lo que toca. Operación bikini, porque la Semana Santa es muy cortita y a la vuelta de la esquina tenemos el tiempo de volver a la playa, faldas y pantalón corto. Mi amiga tal "a ver si nos ponemos las pilas, y bajo estos quilos...", mi amiga cual "el lunes empiezo dieta, que llega el buen tiempo..."
Hace unos días me llegó un mensaje de una compañía que vende un producto para adelgazar de forma rápida, y me invitaban a visitar su tienda y probarlo. Amablemente les contesté, y les dije que gracias, pero no. Porque creo en un estilo de alimentación sana sin tener que utilizar "productos milagro".
Me cabrea.
También cuando veo a mis amigas en huelga de hambre por la puñetera operación bikini. Pero si se supone que es una puesta en forma, ¿no?
Nos dedicamos a descuidar y castigar nuestro cuerpo durante casi nueve meses, para después someterlo a huelgas de hambre y volverlo a castigar con trabajos forzados con tal de lucir un poco mejor durante el breve tiempo de calor. Absurdeces que tenemos los humanos.
¿Queréis saber cuál es la operación bikini que funciona siempre? La operación sentido común. Cuidar nuestro cuerpo sin maltratarlo a lo largo del año, no privarnos de lo que nos gusta pero sí reducir los excesos, y trabajar más el "mantenimiento" en lugar de la "reforma drástica" que pretendemos con la famosa operación bikini al llegar estas fechas (en la que muchas se dejan la salud).
No cuesta nada usar un poco más la cabeza, primero, para aceptar cómo es nuestro cuerpo y no pretender ser otra persona, y segundo, para cuidarlo de forma que después no te tengas que arrepentir a la llegada del buen tiempo.

Es hora de abrir los ojos y darnos cuenta de que la verdadera base de la belleza física no es estar delgado, sino llevar una vida saludable que se refleja por fuera.

Y recuerda que llevar una alimentación saludable no es equivalente de "estar a dieta".
Hoy más que nunca, tenemos a nuestro alcance recursos con muchos consejos para vivir de forma sana. No. No tienes por qué hacerte vegetariano si no quieres, ni tampoco dejarte la piel en el gimnasio. Ni dejar de comer pan ni comer solo lechuga. Pero si te lo propones, puedes crear hábitos saludables, prestar más atención al valor nutricional de los alimentos y cómo afectan éstos a nuestro organismo, y "ayudar" al cuerpo durante todo el año. Descubrirás que al llegar la primavera, como mucho tan solo necesitarás una pequeña puesta en forma tras el invierno, que además apetece porque el solecito invita más a salir de casa y mover el trasero.
xoxoLaura.