A pesar de tener en nuestras estanterías Dile a Marie que la quiero, la verdad es que aún no nos habíamos estrenado con Jacinto Rey por lo que cuando nos ofrecieron leer su nueva publicación La noche de las medusas decidimos hacerle un hueco en nuestras actuales lecturas para que no nos pasara lo mismo que con su anterior novela.
NUESTRA OPINIÓN...
La noche de las medusas comienza con la llegada del hombre a la Luna en 1969 pero éste será solo el acontecimiento de fondo ya que lo realmente importante de ese día para Serafin Leal, uno de nuestros protagonistas, es que es el día que intentan asesinarle.Este será solo el comienzo de una persecución a lo largo de toda la novela para hacer daño a Serafín Leal y a todo y todos los que le rodean, y es que para mí, esta novela ha sido una novela de venganzas. ¿Qué secretos guarda Serafín Leal, un hombre adinerado afincado en Madrid, para que alguien quiera hacerle daño después de tantos años? Esto es lo que tendremos que tratar de descubrir a lo largo de la historia, no tanto el quién, que queda expuesto en las primeras páginas desde que Mateo Riva, el detective que contrata Serafín, le pregunta directamente quién o quienes pueden ser sus enemigos, sino el porqué, el cuál no descubriremos hasta el final de la historia.
Quizá debido a que me ha pillado en un momento en el que he tenido muy poco tiempo para leer y esto ha hecho que sus 300 páginas me duraran 3 semanas, La noche de las medusas se me ha hecho lenta en su desarrollo. Si bien es verdad que he disfrutado con la manera en la que está escrita y sobre todo con su ambientación, yo personalmente no la calificaría como un thriller porque para mí no ha sido una novela de la que no he podido despegarme, sino más bien una novela pausada hasta casi las últimas treinta páginas en las que la novela coge mucho más ritmo y sí que podríamos decir que se convierte en un thriller.
Por otra parte, no he terminado de empatizar con los personajes, ha habido un momento en el que me parecía que había demasiados y que no todos aportaban realmente algo a la historia. Personajes que son muy buenos o muy malos, no me los he terminado de creer. Tampoco ha ayudado en este aspecto las pequeñas subtramas que, en mi opinión, no aportan mucho a la historia y sí que hacen al lector distraerse del hilo principal.
Sí que merece una mención especial la ambientación: Madrid y Tánger de finales de los años 60. Los dos lugares están perfectamente retratados así como el contraste de vida que tienen los personajes, por ejemplo: Serafín como el rico que acude a fiestas y tiene por novia una cantante y Mercedes que sobrevive con lo que tiene y que ve su vida económica peligrar cuando Lucía, otra de las protagonistas, se hace cargo del restaurante en el que ella trabaja. También, volveremos al Tánger de 1945 y su situación tan distinta de la de unos pocos años después.
También he disfrutado mucho con todas las referencias a los platos marroquíes, tanto que en más de una ocasión he hecho incluso anotaciones de recetas para buscarlas. Creo que todo lo referente a los platos está muy bien plasmado a la par que nos sirve de referencia de los recuerdos de Lucía con su madre, tan presente en la novela sin estarlo.
En conclusión, en este caso he disfrutado más de la ambientación o del cómo está escrita la novela que de la historia en sí pero, como os digo, el haber dilatado tanto la lectura ha podido tener mucho que ver ya que, por lo que he visto, la mayoría de las opiniones sobre ella son buenas.
FICHA DEL LIBRO
FRAGMENTO