En la Noche de las Velas el pueblo de Baños de Cerrato (Palencia) se alumbra de misterio. Su monumento estrella, la Basílica, atrae todas las miradas, el resplandor de las velas consigue que parezca más esplendorosa y bella.
Baños de Cerrato, el pueblo de la provincia de Palencia que posee la iglesia más antigua de España, coloca velas de cera por sus calles, y prende sus mechas cuando avanza la tarde un sábado de mediados de septiembre, a la espera de que llegue la noche, y con ella el apagón de luces. Es entonces cuando el pueblo cerrateño se alumbra de magia, que percibes cuando recorres sus calles en busca de su monumento estrella, la Basílica de San Juan de Baños, que luce esplendorosa y bella iluminada por las velas.
El monumento atrae todas las miradas por su fantástico color cielo, que parece elevar la torre de su campanil al oscuro firmamento. El templo, engalanado por la luz de las velas, brilla como un lucero en la sombra de la noche. En su interior la penumbra no oculta la belleza de la iglesia, la de sus tres naves, sus ocho columnas, capiteles y arcos de herradura; además del altar, las dos capillas y la techumbre. Se vislumbra de otra forma el arte del monumento, a unas horas en que la Basílica no está acostumbrada a estar despierta.
La belleza que las velas provocan en el monumento se traslada a escasos metros, donde se encuentra la Fuente de la Basílica, aquella antigua poza en la época visigoda en la que se realizaron tantos baños de inmersión y bautismos, en la que dicen que Recesvinto, gracias a los tragos que bebió, curó su maltrecho riñón. La fuente, a la luz de las velas, me parece mágica; de sus tres caños brotan aguas que cantan al salir del manantial, agradable sonido para escuchar en penumbra.
Cinco mil luminarias se reparten por las calles del pueblo, en la Basílica y su fuente, pero el espectáculo no acaba aquí, se complementa con un extraordinario Recital de Poesía, con el título "Baños es Agua", en el marco único e incomparable de la Fuente Visigoda, cuyas escaleras sirven de grada, mientras seis poetas recitan bellos poemas dedicados al agua, al tiempo que se escucha el mágico sonido del líquido al salir del manantial; maravillosa y exclusiva sinfonía la que suena en este preciado Bien de Interés Cultural.
Para rematar la fiesta, tras el recital poético, el programa incluía un concierto de categoría en la Plaza de la Basílica, a cargo de "Suing Machine Orchestra", orquesta de cuerdas suing que consiguió hacer vibrar al público con su original manera de tocar. Un placer poder escuchar el mágico y trepidante sonido de violines, violas, violonchelos, contrabajo, y batería, acompasados por el llamativo taconeo de un bailarín que meneaba los pies como el mejor bailador de claqué. La Basílica, privilegiado testigo del evento, parecía moverse con el vibrante sonido de la orquesta, seguro que disfrutó como el público de tan bello y seductor espectáculo.
Mucha gente se dio cita en la Noche de las Velas, todo Baños, gran parte de Venta de Baños, paisanos del Cerrato y de la capital. Éxito rotundo gracias a la colaboración de la Asociación Cultural "San Juan de Baños", de las peñas y vecinos de Baños, de la Asociación "Mujer Rural Santa Barbará", de voluntarios y público colaborador para colocar y prender las 5.000 velas. Impecable organización del Ayuntamiento de Venta de Baños, a través de su Concejalía de Cultura. Me quito el sombrero por esta maravillosa y original iniciativa en el marco incomparable de la Basílica, su fuente, y el pueblo de Baños. Ideas exclusivas y atractivas que dan vida a los pueblos, y cautivan al personal de dentro y de fuera.
PALENCIA EN MIS RECUERDOS
Una idea de Alfonso para "Curiosón"