Western crepuscular protagonizado por un veterano Gregory Peck dando cuerpo a un hombre convertido en héroe a su pesar, una película con una base argumental que nos retrotrae a la insigne Centauros del desierto y esas historias sobre mujeres raptadas por tribus indias. La figura del perseguidor, un apache cruel e implacable en forma de sombra mortal que apenas se deja ver, hace saltar los límites del género para casi adentrarse en el psychothriller. Este enfoque singular es lo que proporciona a la cinta su mayor atractivo. A pesar de eso, no se halla entre las recordadas por la cinefilia, acaso desdeñada por atribuírsele un tratamiento racista y estereotipado de los indios norteamericanos. Puede no faltarles razón a sus detractores, pero debates a un lado, desde aquí la reivindicamos
Puntuación @tomgut65: 7/10