La noche de los sueños.

Era una noche fría, se sentía solo, perdido. Daba vueltas y más vueltas en su enorme cama, la echaba de menos. Hasta hacía poco ella estaba allí, junto a él. Ahora ya no había nadie a su lado, echaba de menos el calor que desprendía, su olor. Sin ella nada tenía sentido, ni la luna era tan brillante ni el cielo tan azul. No podía creer que ella ya no estuviese allí, un día estas super enamorado y al día siguiente tienes el corazón hecho pedazos. ¿Por qué? ¿Cómo le podía haber hecho eso? Ella, la persona a la que más había querido.  Se había ido sin ninguna explicación, sin mediar palabra. Ella, la que el día antes le había dicho que le amaba. Era una mentira. ¿Cuánto tiempo hacía que lo había planeado? No podía haber sido porque sí, seguro que lo había planeado. Ella juró que jamás lo abandonaría, ahora ya no está. Se había ido, le había dejado solo. Seguro que se había enamorado de otro, o quizá no. Estaba hecho un lío, no sabía que pensar. Estaba convencido de que era culpa suya. Se repetía una y otra vez que no debía haber estado trabajando tanto, no debía haberla desatendido tanto pero era por su futuro. No quería darse por vencido, quería encontrarla y saber la verdad. Si era culpa suya lo aceptaría y si no… no sabía que iba a pasar. Tenía que verla, hacía dos días que se había ido y ya no podía más. Se levantó de la cama y miró en el armario, empezó a meter toda la ropa en una bolsa y a pensar dónde podría estar. Tenía que averiguar la verdad. Él quería un futuro junto a ella, quería formar una familia junto a ella, la familia de la que tanto habían hablado meses atrás. Quería besarla, echaba de menos sus besos, sus caricias, a ella.
Cuando ya había acabado de llenar la bolsa con sus cosas miró hacia atrás y observo su casa, no sabía cuándo iba a volver, ni siquiera sabía si iba a volver. Debía irse, debía encontrarla y así fue como cerró la puerta a sus espaldas y empezó a caminar en medio de la noche. Empezó a caminar pensando que la encontraría, la recuperaría, porque jamás hay que dejar ir a aquellos a los que amas, jamás hay que abandonar tus sueños. Seguía caminando sin perder la esperanza, jamás abandonará su camino por alcanzar sus sueños, luchará por ellos hasta el final, hasta que la encuentre.