Ya son cuatro con esta las novelas de Elia Barceló que asoman por aquí. Tras disfrutar con Las largas sombras, El secreto del orfebre y El eco de la piel, el anuncio de la incursión de la autora en el género negro llamó inmediatamente mi atención así que hoy os hablo de La noche de plata.
Mi opinión
La comisaria Carola Rey ha solicitado un año de excedencia en la policía. No pasa por un buen momento y ha decidido apartarse de su labor profesional para desconectar y marcharse a Viena aceptando un encargo que le ha llegado a través de una amiga: el reputado marchante de arte Jacobo Valdetoro ha fallecido y su hermano necesita alguien que ponga en orden y clasifique su vasta biblioteca personal para lo que Carola tendrá que recuperar sus lejanos estudios de biblioteconomía. Esta vuelta a Viena supone para Carola un reto personal ya que allí fue donde hace 27 años desapareció su hija Alma. De forma paralela conocemos también al comisario Altmann, amigo de Carola, que en la actualidad se ocupa del inquietante hallazgo en un jardín de la capital austríaca de unos antiguos restos óseos que podrían pertenecer a un niño de unos ocho años, la edad que Alma tenía cuando desapareció.
No os voy a negar que de entrada me pareció un tanto forzado ese bucle por el que una comisaria especialista en secuestros y homicidios infantiles termina inventariando una inmensa biblioteca, pero la envolvente prosa de Elia Barceló hizo que rápidamente me olvidara de ello y comenzara a disfrutar una novela negra un tanto atípica ya que tiene mucho de la genérica narrativa con ciertos toques puntuales de intimismo. Y es que la investigación criminal es escasa y la resolución del caso que ocupa las páginas de La noche de plata se basa más en casualidades que en indagaciones y, en cambio, es el devenir de Carola, con una vida marcada por la desaparición temprana de su hija, un matrimonio fallido, un pasado de luces y sombras, un presente nebuloso y un futuro incierto, el que gana la batalla en esta historia que se lee con gusto, saboreando cada palabra en uno de esos ejercicios en los que la literatura gana la batalla.
Con un ritmo pausado y sostenido la autora consigue que la atención del lector no decaiga en ningún momento mientras acompaña a la protagonista en esa inevitable vuelta al pasado en la que enfrentarse a sus más temidos fantasmas. Una vuelta que reabre heridas que nunca cicatrizaron y que siguen sangrando a pesar del paso de los años y todo ello nos lo cuenta Elia Barceló con ese estilo tan personal y elegante que convierte la lectura de cualquiera de sus novelas en un placer, aunque con ello nos esté sumergiendo en un mundo oscuro y lleno de depravación como es el caso de La noche de plata y es que los abusos infantiles son la génesis de la trama densa y oscuraque ocupa las páginas de una novela que se lee por momentos con el corazón en un puño, más por lo que insinúa que por lo que explícitamente nos cuenta, siendo este un extremo a agradecer a la autora y es que no siempre es necesario entrar en detalles escabrosos para trasladar al lector toda la maldad que puede esconder el ser humano. Para ello no solo se sirve de la ficción, sino que Elia Barceló da cabida en las páginas de la novela a interesantes apuntes sobre casos reales de homicidios y abusosdespertando el interés del lector que no puede evitar investigar un poco más sobre ellos.
En definitiva, La noche de plata es una novela que con el rico y elegante estilo de Elia Barceló nos lleva de la mano hasta lo más abyecto de la condición humana, al tiempo que nos adentra en la intrahistoria de una mujer que debe enfrentarse de nuevo a su pasado y todo ello mientras disfrutamos de un privilegiado viaje a las calles y mercados navideños de Viena desde el sofá de nuestra casa envueltos en la exquisita prosa de la autora.