Año: 2011.
Género: Horror.
País: Estados Unidos.
Duración: 102 minutos.
Dirección: James Wan.
Intérpretes: Patrick Wilson, Rose Byrne, Barbara Hershey, Lin Shaye, Leigh Whannell, Ty Simpkins, Angus Sampson.
"Josh y Renai, han conformado una familia feliz junto a sus tres niños pequeños. Cuando su pequeño hijo Dalton sufre un trágico accidente doméstico que lo deja en un profundo coma, Josh y Renai comienzan a experimentar cosas que la ciencia no puede explicar. Con el pasar de los días se dan cuenta de que cosas muy extrañas suceden a la noche en la casa. Cruentas apariciones y sombrías manifestaciones los llevan a pensar que no están solos y pronto descubrirán que espíritus malignos están tratando de atrapar a su hijo en un mundo llamado Más Allá."
Tras haber revolucionado a la industria del horror con el que sería un nuevo parámetro en las últimas películas del género en Saw, James Wan decidió a apostar luego por una historia de fantasmas con gore en Death Silence, irse para la revenge flick con Death Sentence y, finalmente, de vuelta al terreno paranormal con Insidious, una fuerte entrega de terror que insinúa y muestra sólo cuando tiene que mostrar.
Hay que comenzar diciendo que Wan y compañía vuelven a contar con presupuesto cero tal cual pasó con Saw y se ha convertido en el sleeper hit de la temporada, esto es, con un presupuesto mínimo de $1.5 millones han recaudado $70 mundialmente; el director se siente cómodo con estos números, y no le impide contar una excelente historia el no contar con recursos ilimitados. Más bien, parece que mientras menos plata hay, mejor le salen las películas, ya que la creatividad de Wan y su compañero cinéfilo Leigh Whannell es puesta a prueba y los resultados son más que apreciables.
Tras darle una vuelta de tuerca al género de casas encantadas (como reza el poster, 'no es la casa la que está encantada') el guionista y nuevamente actor Whannell (recordemos que escribió y actuó en el corto Saw y el posterior largometraje) se vale de los sustos cotidianos a lo desconocido para generar suspenso primero, y pavor después, una vez que la audiencia ya entró en el juego de entidades sobrenaturales. Lo mejor de todo es que el poco presupuesto dejó lugar a dos locaciones, dos casas comunes y corrientes entre las que transcurre la acción y son utilizadas al máximo (por ejemplo, ambas casas son usadas en el mundo real y en el mundo astral, con diferentes cambios de escenografía)
Otra de los aspectos que funcionan a la perfección es el elenco: la familia de Rose Byrne y Patrick Wilson se percibe realista y bastante cotidiana; ambos tienen sus momentos para brillar, y mientras Rose lleva toda la carga dramática durante la primera parte de la película, es Patrick quien lleva el peso del momento clímax del film. Los pequeños que encarnan a sus hijos están muy bien esquematizados, y la madre de él, encarnada por la correcta Barbara Hershey, aporta más que una clave a la trama. A mitad del trayecto se añaden el grupo de Lin Shaye, Whannell y Angus Sampson, interpretando a la médium Elise Ranier y sus ayudantes respectivamente: mientras que Shaye juega la carta de ayudante paranormal estupendamente, sus ayudantes son el alivio cómico del film, a veces un poquito desfasados (me explico: cuando ya el terror está en su estado puro, no quiero largar una carcajada, quiero seguir tensionado hasta no poder respirar)
Insidious es una buena película de miedo; no está al nivel de sorpresa que representó Saw en 2004, ni tampoco es esa película tan excelente que todos dicen que es, pero tiene momentos asombrosamente tétricos y, más que nada, demuestra que, cuando se está falto de dinero, la creatividad funciona ante todo pronóstico...
Calificación: B+