Revista Cine
Dos caras de una misma moneda
A partir de un encargo del canal de televisión TCM, el director Isaki Lacuesta acaba de estrenar La noche que no acaba (2011), un documental sobre Ava Gardner, todo un icono cinematográfico y una de las actrices más guapas de Hollywood de todos los tiempos (se decía de ella que era el "animal más bello del mundo"). El film, que representa el cuarto largometraje y el tercer documental de Lacuesta, se basa en el libro Beberse la vida. Ava Gardner en España (2004), de Marcos Ordóñez, pero tanto Lacuesta como la guionista Isa Campo tuvieron claro que querían coger únicamente alguna idea del libro, como se puede ver en el inicio del film con el siguiente subtítulo: "Notas a pie de página a partir de Beberse la vida". Y su resultado final es bastante correcto ya que se nota el interés que tienen por construir un retrato muy digno de una figura como Ava Gardner, una gran estrella a la que no le gustaba nada ver sus propias películas, que sucumbió a la bebida y al tabaco y que siempre creyó que su belleza fue la culpable de parte de su desdicha y de su lenta desaparición en la gran pantalla.
El documental está narrado por Charo López y Ariadna Gil, y en él podemos ver gran parte de la filmografía de Ava Gardner y de sus comienzos en Hollywood. Pero el tema central es su llegada a Tossa de Mar, un pueblo costero de la comarca de Girona, para rodar su primera película en España: Pandora y el holandés errante (1951). Ese acontecimiento supuso un antes y un después tanto para ella como para el pueblo, y son muy graciosos los comentarios de la gente del lugar recordando aquel sorprendente suceso diciendo alguno que ella "tampoco era tan guapa". Y esto es uno de los aciertos del documental, compaginar el punto dramático de la evolución en la vida tanto personal como profesional de Ava con algún punto cómico, como este hecho de los habitantes del pueblo que nunca antes habían visto a un norteamericano y cuya visita es algo que se compara con la película ¡Bienvenido, Míster Marshall!, rodada un año después de esta.
Las imágenes de esa época están muy bien mostradas, utilizando también gran cantidad de material de archivo. Vemos pasar por la pantalla a Mario Cabré, el torero que aparece en la película de Pandora y que fue un amorío sonoro de Ava Gardner. Por aquel entonces ella estaba con Frank Sinatra que estaba casado y que, seguramente por todos los rumores que salían de ese rodaje, fue de visita a Tossa de Mar para estarse unos días. Curiosamente, durante su estancia casi ni la vio. También Ava tuvo un amorío con otro torero, Luis Miguel Dominguín, aunque este al final la dejó por Lucía Bosé que aparece en el documental comentando algunos detalles de aquella época. Todas las vivencias que Ava tuvo en España le marcarían para toda la vida y siempre recordaría la película de Pandora como la más importante de su carrera por todo el cambio que provocó en su vida personal. Aún así, ella siempre dijo que su gran amor de toda la vida había sido Frank Sinatra.
También dejan sus comentarios otros personajes interesantes como Paco Miranda, un pianista que trabajó con ella y que cuenta alguna anécdota divertida; Jack Cardiff, que se encargó de la fotografía en Pandora y que dice que lo primero que le dijo Ava Gardner fue que no le sacara ninguna fotografía cuando tuviera la regla porque no salía muy favorecida; también el gracioso portero de la plaza de toros, o Perico Vidal, ayudante de dirección.
Pero claro está que sin el buen montaje de las imágenes esta película no se hubiera podido realizar, como el diálogo curioso que se crea entre el personaje de Pandora y el de Harem (1985), el último largometraje rodado en España para la televisión. Usando algunas frases de ambos personajes parece como si estuvieran hablando dos Ava Gardner totalmente distintas, y que precisamente es la imagen del cartel. Sin embargo, también es verdad que se ha utilizado demasiado la imagen ralentizada, igual que el recurso de jugar con el retroceso y el avance en algunas imágenes, algo que no resulta demasiado bien congeniado y que hasta molesta. Aún así, en conjunto es un buen documental no solo sobre la historia de una actriz, sino también de la del mismo cine.
"Un buen documental sobre Ava Gardner y sobre la historia del cine, cuyo mayor mérito es haber sabido unir drama y comedia"