Revista Cultura y Ocio

La noche que no paró de llover

Publicado el 14 junio 2017 por De Lector A Lector @deLectorALector
LA NOCHE QUE NO PARÓ DE LLOVER
No es la primera vez que lo digo, ya lo sé. Hay portadas y títulos que me pierden, que ejercen sobre mí una influencia a la que no soy capaz de resistirme, y lo hacen de tal manera que muchas veces me enfrento a la novela sin ni siquiera saber de que se trata, sin siquiera darle la vuelta para leer su sinopsis.
Esto fue lo que me pasó con La noche que no paró de llover, no conocía a su autora y poco, por no decir nada, sabía de la historia a la que me iba a enfrentar, pero desde luego estaba claro que la iba a leer, y además la he disfrutado.

LA AUTORA

LA NOCHE QUE NO PARÓ DE LLOVERLaura Castañón nació a finales de 1961 en Asturias donde ha vivido siempre. Desde mediados de los ochenta he trabajado dirigiendo talleres literarios y cursos relacionados con la creación literaria, la literatura en general y la comunicación, en el marco de la Universidad Popular de Gijón. Ha colaborado en prensa escrita, trabajado en radio y en televisión. Ha llevado la Prensa de la Semana Negra durante varios años, y la comunicación de otros festivales o encuentros, como los Encuentros Juveniles de Cabueñes. También se ha encargado de programas de Animación a la Lectura, y ha dirigido varios Clubes de Lectura en las Bibliotecas Municipales. Durante casi una década trabajó como Relaciones Externas en El Corte Inglés de Gijón, en donde me encargué entre otras cosas de la programación de Ámbito Cultural, hasta que la fibromialgia irrumpió en mi vida y me vio obligada a dejar el trabajo. A partir de ese momento se dedicó a escribir, que era una actividad que había formado parte de mi vida siempre sin ningún tipo de vocación editorial. 

ARGUMENTO

Valeria Santaclara necesita reunir la fuerza necesaria para abrir un sobre cerrado que está en su poder desde hace años y en cuyo exterior alguien ha escrito «El perdón». Para ello, y no por casualidad, acude a la consulta de la psicóloga Laia Vallverdú, quien a través de las sesiones de terapia la ayudará a recomponer el puzle de su existencia desde la infancia acomodada en el Gijón burgués de finales de los años 20, la relación conflictiva con su hermana, las circunstancias históricas de un tiempo convulso, y la culpa que vive en el fondo de su ser y cuya naturaleza última no es capaz de confesarse. 


MIS IMPRESIONES


Valeria Santaclara es una mujer mayor que ha sobrevivido a toda su familia y que no va a tener problemas económicos en lo que le reste de vida. Vive en una residencia para la tercera edad y como tiene el dinero suficiente, ha hecho que le acondicionen varias habitaciones para su uso exclusivo que ha decorado con sus muebles y objetos personales. 
Desde niña le inculcaron mostrar un aspecto cuidado, por lo que los martes se desplaza a Gijón donde va a la peluquería y se compra ropa. Uno de esos martes cuando pasa cerca de la casa donde se había criado ve que justo en los balcones del dormitorio que compartía con su hermana de niña, ha instalado la consulta una psicóloga. Valeria ve en este hecho la señal para intentar encontrar la fuerza necesaria para abrir un sobre que con la palabra "perdón" lleva demasiado tiempo cerrado en su poder. 
LA NOCHE QUE NO PARÓ DE LLOVERLa titular de la consulta es Laia, una joven que acaba de mudarse a Gijón con su pareja Emma a quien conoció en Madrid. Acaban de mudarse a la casa que esta última tenía en Gijón y que ha arreglado con todo esmero intentando que hasta el último detalle sea del gusto de Laia, pero a la vez tendrá que esconder algunas cosas a su familia hasta que se decida a dar el gran paso, y tenerla tan cerca no lo a hacer sencillo precisamente.
Estas son las dos historias fundamentales de la novela, aunque también vamos a encontrar una tercera trama, la de Felicidad aunque la llamen Feli, una limpiadora de la residencia de Valeria, a la que un día aciago quebraron su nombre y su vida y cuya única válvula de escape es la ilusión de ir a unos talleres de escritura y quizás llegar a convertirse en escritora.
Cada una de estas tramas va siguiendo su camino siendo Valeria la columna vertebral de todas ellas.
A través de capítulos dedicados a cada una de estas mujeres que se van alternando, se entretejen los hilos de una novela que no tardará en captar toda nuestra atención, ya que poco a poco vamos obteniendo información de los personajes a la vez que se va completando su psicología hasta llegar a conformar los grandes personajes creados por Laura Castañón.
Unos personajes muy bien perfilados que se quedarán con nosotros aunque, sin duda, unos calarán en nosotros más profundamente que otros.
Como Valeria yo también estaba deseando que llegaran los martes para formar parte de esa terapia que en realidad no era tal, pero que la servía para desahogarse e ir sacando de dentro todo eso que llevaba años en su interior sin permitir que nada escapase del lugar en el que lo tenía "retenido", esos martes en los que se iba desnudando, en los que retrocedía en su vida y a base de los cuales iba desgranando su historia, cómo iba formándose su personalidad y de qué manera se fue incrustando esa culpa en su persona, y mediante esas sesiones con Laia encontrarse lo suficientemente fuerte y poder encarar lo que contiene el sobre con la palabra "perdón" que le dejó su hermana y no se atreve a abrir todavía.
Valeria va a ser un personaje difícil y al que hay que entender desde el prisma de la época y el ambiente en el que se crió, y que vamos a conocer a través de sus recuerdos,
Laura Castañón da la palabra a estos personajes por medio de voces narrativas muy diferenciadas. Así como en el caso de Valeria lo hace a través de la terapia, a Emma será mediante el diario que va escribiendo.
Lo que en un principio iba a ser como un diario de esa casa que iba a compartir con Laia terminó siendo el diario en el que iba volcando todo por lo que iba pasando y lo que iba sintiendo, donde Emma se desnudaba y a través del cual la hemos ido conociendo en profundidad. Emma es un personaje adorable por el que es muy difícil no sentir una ternura extrema.
LA NOCHE QUE NO PARÓ DE LLOVERPara mi sin duda éstos son los dos personajes por excelencia de la novela, ya que Laia me ha parecido que en ocasiones estaba más interesada en la terapia de Valeria y en sus propias cosas que en la relación que tenía con Emma, quizás porque Emma es como es y en la narración la haya eclipsado, y ese amor que derrocha haga parecer un tanto fría a Laia.
En cuanto a Feli me ha parecido un personaje marcado por las circunstancias, unas circunstancias terribles con una vida que se quebró muy pronto y que no ha sabido reponerse, que aunque trata de escapar de su realidad con los talleres de escritura lo cierto es que no logra disfrutar aunque sea mínimamente, ni salir de ese agujero en el que la vida y el rencor la han metido.
Tampoco debemos olvidarnos de los personajes secundarios que no por ser menos importantes están menos cuidados, aunque en este punto tengo que decir que la actitud de alguno de ellos no he podido llegar a entenderla ni compartirla.
Y no quiero cerrar este punto sin mencionar Gijón que en la novela tiene entidad suficiente para ser uno más de sus personajes.

En La noche que no paró de llover también tiene cabida la reflexión, ya que a través de estas cuatro mujeres y de lo que sienten, seguro que sentiremos la necesidad de pensar sobre la culpa, los celos, la envidia, el perdón, pero sobre todo el mal y la maternidad y sus distintas versiones, como veremos a través de estas páginas.
El mal que se hace a conciencia, el que se hace sin querer, el que no somos conscientes de haber hecho y el mal que creímos hacer aunque nunca llegó a destino y que por otra parte atenaza al que estaba en la seguridad de haberlo hecho.
La maternidad que fue, la que nunca llegó a ser, la elección de no ser madre, la maternidad que no se plantea y a la que se llegar por un acto de generosidad, por amor, o las diferentes relaciones entre madres e hijas.
Dos conceptos, la maternidad y el mal, que tan unidos a otro de los temas que se tratan en la novela, la culpa.
Me ha gustado la forma de escribir de Laura Castañón que con su bella prosa nos lleva en volandas por una historia. Lo hace de una manera viva y precisa, con la que disfrutamos de lo que va contando, de las reflexiones que nos va dejando, de esa manera en que a través de las diferentes voces que utiliza con cada personaje los hace distintos, cómo va dosificando la información, y cómo vamos conociendo las historias mientras estas mujeres se confiesan como si nos estuvieran descubriendo un secreto gota a gota.
FICHA DEL LIBROFRAGMENTO


 

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