Cada edad tiene sus cosas, algunas malas y otras buenas, pero cada una lo suyo. No sé si dependerá de lo que el cuerpo te pida físicamente, es decir que aguantas más o menos según vas “creciendo” pero el caso es que la vida se va adaptando a tu edad, aunque lo intentes evitar.
En una de las cosas que lo he notado ha sido en la “nocturnidad”, antes era de las que salía a las doce y no volvía a casa hasta las seis o las siete de la mañana, tan contenta. Ahora soy incapaz, me da una pereza y sobre todo a las once estoy muerta de sueño.
Pero no es algo que me preocupe, considero que es parte de mi evolución como persona, que no siempre se va a vivir igual que a los veinte o los treinta. Sería aburridísimo.
De vez en cuando no está mal salir por ahí y eso, pero poco. Que te sientes fuera de lugar. Creo que cada cosa tiene su momento y no hay nada más ridículo que salir de noche con más de cuarenta intentando vivir las experiencias que no viviste a los veinte. No. Ya no tienes veinte, ni las experiencias van a ser igual. Lo siento, si no saliste cuando había que salir ahora ya no es el momento. Siento ser tan contundente pero no veo otra forma de explicarlo. Y esto sirve tanto para hombres y mujeres, que especifico porque creo que los hombres llevan peor la crisis de los cuarenta (siempre sin generalizar que no quiero que nadie se sienta ofendido). Esos hombres que salen a los pubs de veinteañeros con su pantalón rojo, su calva y su barrigón pensando que son unos chavalitos… uf, producen un poco de urticaria.
Por otra parte, es verdad que hay pocos locales nocturnos dónde vayas y no te sientas un carcamal, por lo menos donde yo vivo no los hay. Me imagino que no serán rentables, porque claro ya a cierta edad te tomas una copa y estás cuatro días en cama, que es otro de los motivos que te lleva a dejar de salir por la noche.
¡Qué mal cuerpo!
A veces me encuentro a algún conocido de cuando era más cabra loca y me cuentan su vida, que se han separado, que si tal que si cual y me preguntan: ¿tú por dónde sales?. Pues le contesto que no, que yo salir ya no salgo, que eso era antes. Se quedan patidifusos, pero no les quiero decir por no herir su sensibilidad que ellos tampoco deberían salir ya, que lo que tienen que hacer es buscar el equilibrio y tomarse la vida con calma.
Tampoco me atrevo a decirles (oye si yo lo descubrí en su momento, ahora que pasen ellos por el trago) que la noche es el peor sitio para ligar. Que de noche lo que se busca es lo que se busca (no quiero ser ordinaria) y que hablas con gente que al día siguiente no se acuerda de ti. Bueno, se liga pero en plan express y estos lo que buscan es alguien que les planche las camisas y les ponga la cena. No nos engañemos.
Total, que no, que me quedo en casita por la noche tan a gusto. Eso sí, pediría a las cadenas de televisión que los fines de semana pusieran algo más entretenido por la tele, que las series y programas buenos los ponen entre semana y yo madrugo y no aguanto hasta el primer intermedio.
En fin, la edad. Cosas de la vida.
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