¡Hola Corona! ¡Ante tus púas nunca me rendiré!
¿Pero cómo no iba a volver en medio de una Pandemia? -pensé por unos minutos con mi mano inquieta sobre la mesada de mi cocina mientras el té de tilo se calentaba en el microondas.
¿Quién mejor que yo puede entender lo que sucede en estos momentos? -repetí la idea en mi cabeza.
Y sí, ¡¡ lo confirmooo!! me siento en el reino de los inadaptados rumiadores que buscamos bajar una “curva” ¿…? – pienso que bajar una curvatura imaginaria ni en las más febriles noches se me hubiese ocurrido!
Pero por todo esto: ¡Vamos por los retos del presente! -me digo cada vez que me levanto #cuarentena día 1, 2, 3, 4, …
Imposible no decir: ¡Ey, presente, acá estoy carajo! con toda esta demencia que se respira en la calle, que por cierto debo decir que en mi libertad física en cuotas hacia el supermercado la veo más limpia, y en la catarata de pelotudeces -de las cuales formo parte de manera a veces frenética y otras espasmódica- que se oferta Online, me es imposible ser indiferente.
¡Hasta que me di cuenta! -revelación trasnochada de visita al baño…
Así que no era el nuevo Mesías el que iba a venir a acomodar este quilombo en el planeta, ni los Salmos, ni la Biblia, el Talmud, la Torá, el Corán, ni toda las bibliotecas sagradas del fucking mundo nos iban a poner en penitencia por portarnos como el culo!
Y así fue. ¡Vaya pa’ su casa y no sale hasta que lo mande! -lo veo, lo leo, lo escucho, etc…
Ese “libre albedrío” que pensamos, o mejor dicho pensé que teníamos, se fue al carajo por una maldita bola con pinches, pesada, que circula por todas partes, y que la llaman COVID19 o #Coronavirus.
Ya es como una marca registrada, un tatuaje 2020.
Me intriga las ocurrencias que podrían entintar las pieles para registrar este dos veces 20 cuando pase todo esto -craneo.
Sí, en el año de la rata chino, unos supuestos roedores voladores coparon el éter ciegos de venganza contra la pelotudez humana porque estaban hasta la ‘coronilla’ de nuestra soberbia. Por ahora me quedo con esta versión, porque después tal vez deje brotar muchos pensamientos conspirativos que se me agolpan con la intención de expulsar. Solo los dejaré de lado por éstas horas.
Pienso que a partir de las noticias de este virus encoronado que penetran con más letalidad en nuestro inconsciente, ya podríamos ir desterrando de una vez por todas los ‘benditos’ dogmas que por años nos taladraron las cabeza. Sino miren:
(Link)
Queremos ir a misa!! Queremos ir a misa!!
Me pregunto si alguno de todos estos que querían entrar en la “casa del señor” fueron protegidos por COVI.
Así que antes que nada, me autorizo y me doy el permiso de aceptar mis rumiaciones eternas (ahora con un toque más de legalidad), a vivir sin horarios, al no saber ni dónde estoy. Sí, sí, ya se sabe que estamos confinados, pero no sabemos qué carajo hacer en nuestra caja.
Me levanto a cualquier hora y voy al baño. Después a la cocina, y mientras lavo unos platos como buena normal inadaptada pienso: ¿Qué carajo hago hoy?
Mientras busco la respuesta vuelvo al baño, salgo de ese espacio y paso por otro cuarto y me pregunto qué cuernos vine a buscar… Y así voy baleando las 24hs. Una vida loopeada entre las riquezas rumiantes que se fortalecen si prendo la TV, y que trato de evitar para no caer en la volteada “normal’.
Cuestionario pelotudo en cuarentena:
1. ¿Compré lo suficiente para no tener que toparme con COVI por la calle? -pienso a menudo.
2. ¿Cómo será el encierro y el taladro mental a diario de los otros?
3. ¿Es peor pasarla solos o acompañados? -es todo un reto, me digo.
3. ¿Se garcha más o hay más apatía? -esto urge en mis pensamientos.
4. ¿Se come más o se entra en una faceta de inanición autoimpuesta?
5. ¿Le encontrás más defectos al otro (brotó Lacan) o a vos? -indago desde las profundidades de mi ser sin sumergirme en los mares del psicoanálisis.
Y desde este humilde espacio, apenas escribo el preludio de algunos pensamientos cotidianos que pasan por mi apariencia normal, pero claramente inadaptada, en estos tiempos de encierro forzado. Aunque noto que con lo que está ocurriendo a nivel mundial, cierta rivalidad quiere sacudir mis cimientos así nomás. Pero te adelanto que ante tus púas horrendas no me voy a rendir Corona, COVI, o bola asquerosa. Los pensamientos y rumiaciones de quien suscribe no se manchan y buscan revancha!
(continuaré…)
MP.
Crónicas de una normal inadaptada que retornó en marzo 2020…