La normalidad del régimen

Van 28 muertos, más de 1.500 detenidos en diversas condiciones – inclusive desaparecidos – además de 48 torturados es el balance de los últimos 30 días en Venezuela. Habría que sumarles los asesinados por la acostumbrada inseguridad que en los últimos 15 años del país registran cerca de 200.000 muertos a causa de la violencia e inseguridad. Esta es la normalidad a la que muchos venezolanos desean retomar, esta es la Venezuela que tenemos mientras políticos, líderes de opinión y diversos medios siguen refiriéndose al régimen como un gobierno  democrático.

(Fuente: Subrayado - Uruguay)

Juan se despierta temprano, como usualmente hace, 5am para evitar la cola para salir de Terrazas del Ávila. Sale y donde le daban Primera Hora recuerda que ya no hay porque salió de circulación, y recuerda: Coño verdad que a los periódicos no les aprobaron los dólares, que vaina, que cagada este país. Sigue manejando y en la estación de gasolina le recuerdan que solo hay 91, no le importa y le pone gasolina porque no sabe cuando aumentan y no sabe cuando vuelve la gasolina. Agarra su primera cola entrando a la Cota Mil y ve a su viejo amigo el que le vende café, diciéndole: No tengo café, solo me queda jugo de naranja. Menta madre y sigue. Llegando a la salida de La Florida lo para un policía del régimen nacional, pidiéndole papeles: Los tiene todos pero el policía insiste en joderlo, que es capaz de sembrarlo por lo que a Juan solo le queda dejar su aporte para seguir su vía al trabajo. Sigue su camino y al cambiar de canal, el golpe, un motorizado venia a toda velocidad y cae a unos metros, lo habitual un enjambre de motorizados pidiendo la cabeza de Juan, precisamente viene el policía que lo matraqueó para salvarle de la situación aunque tenga que bajarse de la mula de nuevo.

(Fuente: Hoy es noticia - Venezuela)

Llega finalmente al trabajo, como esta en el centro se vive una extraña normalidad. Los reúne el jefe: “No tenemos material de oficina por lo que necesitamos que eviten imprimir y evitar utilizar el material para lo estrictamente necesario. Se dañó la bomba de agua y no hay repuesto, solo se puede ir al baño de los primeros pisos entre 11 y 12 y 4 y 5”. Se les recomienda evitar almorzar para que salgan temprano porque van cuatro asaltados en la última semana.
Ramón vive en Catia, tiene que salir temprano por la disminución de rutas del transporte público, abajo en la avenida ya le han robado tres celulares por lo que optó tener un blackberry de los más sencillos. Se monta en el carrito, una hora después, y mientras va en el trayecto a la estación del metro un motorizado y su parrillero detienen la unidad para asaltarlos, logra esconder el celular pero le roban toda la cartera y le tocará volver a sacar documentos y la tarjeta de crédito que sacó por el trabajo.

(Fuente: Globovision - Venezuela)

El metro no solo está abarrotado, va a cerrar por una falla, por lo que le toca tomar una moto taxi, cuando descubre que el que lo va a llevar es el que le asaltó en el carrito. El mototaxista se da cuenta y ante la sorpresa le devuelve la cartera pero sin el efectivo. Llega a su trabajo, no tuvo tiempo de desayunar e igual el carrito que vende empanadas en Los Ruices tiene dos semanas sin abrir porque no consiguen harina ni aceite. Empieza a trabajar y se comunica con planta: Tenemos 2 semanas de materia prima, mas allá de eso no podremos producir absolutamente nada. Incertidumbre.
Teresa se levanta y desayuna con su mamá, el discurso de siempre: Hija vete con tu hermana en Miami, trabajarás primero en cualquier cosa y después se te consigue para que sigas estudiando. La hija ignora a la mamá mientras escucha la radio: Los autobuses cerraron la entrada de Caracas por lo que no hay paso a las universidades Metropolitana y Santa María, donde ella estudia y a donde tiene que llegar desde El Paraíso. Su mamá le pide que se quede en casa, ella sale. Toma su autobús y entre el sadiqueo y el buceo llega a Chacaíto donde descubre que no hay metro, camina por Sabana Grande y la asaltan, le quitan morral, celular y dinero, apenas le sobran unos bolívares con los que pudo tomar el carrito en la Francisco de Miranda para llegar al Unicentro y tomar el carrito que va la Santa María, tiene que esperar hasta que abran el distribuidor, hace cola en el supermercado del centro comercial porque hay leche, llega tarde a clases pero nunca llega el profesor.

(Fuente Diario La Voz - Venezuela)

Ellos siguen tratando de volver a su normalidad mientras muchos muertos tuvieron que abandonar su normalidad porque alguien ajeno así lo quiso. Es difícil abandonar la vida que se tiene, es difícil abandonar lo logrado, es difícil abandonar por luchar. Cada vez son más los venezolanos que, independientemente de sus realidades, tuvieron que abandonarlas para salir a luchar aunque fueran heridos, fueran torturados, fueran maltratados o la peor realidad: Fueran asesinados.

(Fuente: Ultimas Noticias - Venezuela)

Hay gente que teniendo una realidad aun peor – los que viajan de otras ciudades para trabajar en Caracas – siguen aferrados a esa realidad pensando que cualquier cosa que venga será peor. Hay gente que teniendo una realidad mejor – los que pueden diseñarse un plan B – prefieren abonarse a la tristeza y desesperanza para dar por terminada esta historia.

A pesar de todo en Venezuela la normalidad se ausenta, a pesar de todo la normalidad solo queda porque el régimen intenta implacablemente aplicarla y porque algunos de los ciudadanos se aferran a ella ante el temor de una sucesión de hechos que terminen activando el anhelado cambio que requiere Venezuela.

(Fuente: El Nacional - Venezuela)

Sigo insistiendo que son los estudiantes los que, sobre la masa política, seguirán llevando a de la mano a la Venezuela que sigue bajo el dominio cubano a un final libre y feliz.