Debo confesar que no conocía a Marcela Serrano, exitosa autora chilena, aunque también es cierto que no suelo prodigarme mucho con los autores latinoamericanos. Pero afortunadamente a veces descubro joyas cuando menos lo espero y esto fue lo que me sucedió con ella. El pasado mes de octubre fui invitada por Alfaguara a un encuentro que se organizó en Madrid y aunque no pude acudir sí he tenido la oportunidad de leer su última novela. Hoy os hablo de La Novena.
Sinopsis
Producto de un accidente absurdo Miguel Flores, un estudiante universitario, es detenido en una protesta contra la dictadura de Pinochet. Tras unos días en el calabozo del cuartel policial es enviado a una zona agrícola cercana a la capital, pero aislada de toda actividad política.Sin recursos y obligado a firmar a diario en el retén de Carabineros, sus días transcurren en soledad y con el mínimo para subsistir. Su presencia genera temor u odio entre los lugareños, salvo en Amelia, una mujer de mediana edad, viuda y dueña del fundo La Novena. Ella acoge al relegado, le abre las puertas de su casa y con ello las de un mundo cultural y social que representa todo lo que Miguel más detesta.
Poco a poco la relación entre ellos hace que él cuestione sus prejuicios, en tanto que sus sentimientos pasan del profundo deseo de odiarla a una atracción y un vínculo permanente. Pero el azar y la actividad política de Miguel provocarán un giro en extremo, doloroso e irreparable para ambos.
Mi opinión
La Novena nos traslada Chile en plena dictadura de Pinochet. Allí conoceremos a Miguel Flores, un joven estudiante militante de izquierda que en 1985 es detenido en el transcurso de una manifestación contra el poder establecido y al que como castigo se le relega a un pequeño pueblo no muy lejano de Santiago. El rechazo por parte de los pocos habitantes del lugar es patente hasta que conoce a Amelia, la dueña del fundo La Novena, que aun representando todo aquello frente a lo que lucha Miguel, terminará convirtiéndose en su protectora.
La relegación rural era un castigo utilizado por el régimen totalitario de Pinochet mediante el cual el condenado era enviado a alguna región aislada y perdida donde era abandonado con lo puesto y donde debía pasar un tiempo sin contacto alguno con sus amigos y familiares. Además, cada día había que acudir al puesto más cercano de la policía, que podía estar a kilómetros, para firmar. Esta es la base de la que parte una novela que retrata, en los personajes de Miguel y Amelia,el choque y la profunda grieta existente entre dos clases sociales totalmente distintas. Son dos personas totalmente opuestas, el joven humilde revolucionario y la pequeña y acomodada burguesa, y quizá por eso mismo complementarias. El dibujo que Marcela Serrano realiza de ellos permite al lector conocerlos profundamente a través de sus conversaciones, no precisa la autora de descripciones personales, sino que son sus charlas, sus gustos, sus opiniones... los que nos van dibujando trazo a trazo a dos protagonistasque se convierten en personas reales con sus luces y sus sombras. Dos personas que poco a poco irán viendo que quizá es más lo que los une que aquello que los separa.
Es Miguel el único personaje masculino de La Novena, salvo algún secundario sin importancia, el resto son todas mujeres que, salvo en el caso de Amelia, aun siendo secundarias también se nos presentan bien perfiladas, incluso las ausentes como son su madre y su abuela, a las que solo conocemos por lo que Amelia nos cuenta de ellas, se nos representan rápidamente comomujeres fuertes e independientesque sacaron adelante ese fundo en el que ahora vive y que ha sido el sostén de la familia generación tras generación.
Late en toda la narración un profundo aspecto metaliterario. Amelia es una gran lectora y su casa está llena de libros, tantos que Miguel no da crédito cuando ve su inmensa biblioteca, pero llega a burlarse de Amelia por leer ficción, por leer novela, él cree estar por encima de eso hasta que Amelia le presta una novela victoriana,Mary Bartonde Elizabeth Gaskell, que se desarrolla en el Manchester de la Revolución Industrial. Aun escéptico Miguel comienza su lectura que termina siendo para él una huida del mundo y el castigo al que se ha visto abocado. Tanto es así que la influencia y las referencias a esta novela se mantendrán a lo largo del tiempo y seguirán alcanzando a Miguel en su madurez. Nos muestra así la autorala lectura como salvación, un antídoto que en ocasiones nos aísla y aleja de la cotidianidad que nos abruma y, en otras, nos ayuda a comprender mejor el complicado mundo en el que vivimos.
Alternando un narrador omnisciente con un narrador en primera persona y pasando del estilo directo al indirecto, La Novena abarca un período de 20 años, desde 1985 hasta 2005, incluyendo un epílogo en 2015 que cierra una novela conun tono profundamente reflexivo, aunque conforme nos acercamos al final este estilo cambia un poco y se vuelve más ligero y su trama un tanto predecible, no manteniendoese carácter intimista que envuelve al lector desde el inicio de la novelay con el que yo tanto disfruto. A pesar de estar ambientada en la dictadura y protagonizada por un revolucionario, no estamos ante una novela política, sino que el principal tema de La Novena esla traición, las relaciones humanas y el retrato de un universo femenino lleno de luchas, de pérdidas, de dolor, pero también de redención, perdón y amor. Y es que ni siquiera Miguel Flores, aunque pueda parecerlo es el verdadero protagonista de esta novela en la que las mujeres brillan con su fortaleza y su carácter luchador que no se arredra ante nada.
Creo que no hace falta que os diga de nuevo lo mucho que me ha gustado La Novena. Ha sido el descubrimiento deuna novela maravillosamente escrita que esconde profundas reflexionesy el descubrimiento de una autora a la que sin duda volveré a leer.