¡Gracias, Maestro Quezada! Gracias P. Francisco José Delgado, gracias Lucho Villacorta que me posibilitaron gozar a plenitud con la audición de esta obra maestra del inmortal Beethoven.
Y como cantaría Jarabe de Palo “todo me parece bonito”. Bonito el Palacio Municipal, espectacular, en medio de la mugrienta y tugurizada zona limeña, Dios quiera que se recupere el Centro de Lima al compás de esta maravilla.
Bonito el espectáculo de ver la gran familia, de obreros, amas de casa, mozos, abogados, empleadas del hogar, una fiscal, empleadas del hogar, un ambulante y personas de diferentes niveles socioeconómicos y labores “apasionados por la música que no tuvieron la oportunidad de formarse musicalmente”, de diferentes edades, quienes se acogieron con el “único requisito de querer cantar y aprender” como cuenta José Quezada Macchiavello, director de la Asociación Cultural Schola Cantorum. Bonito el saber que la mayor parte de los cantantes proceden de la parroquia Villa Alejandro, en el centro cultural Santo Toribio de Lurín, y de la Parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en Lince. Ellos han sido el coro en la cuarta parte de la Novena Sinfonía (de una hora de duración), y la verdad es que me han hecho emocionar con sus rotundas, armoniosas voces.
Bonito el Director, Maestro Quezada, quien ha mostrado una vez más que su batuta armoniza voces, instrumentos y logra la excelencia. Yo no soy ningún experto en música clásica pero me emociona y me transporta.
Y bonito el contenido ¡Qué genio se adivina tras la fuerza de la obra que pone música a la Oda a la Alegría del poeta Shiller!. Segùn una leyenda del siglo XIX la oda iba a ser originariamente unaOde an die Freiheit(en la época revolucionaria los estudiantes la cantaban con la música deLa Marsellesa), pero luego se convirtió en laOde an die Freudedefinitiva, para ampliar su significado: aunque el destino del hombre es la libertad, el desarrollo completo de ese destino debe desembocar en la alegría. En1792, cuando tenía 22 años,Beethovenconoció la obra y enseguida quiso musicalizar el texto, surgiendo así suNovena Sinfoníaen RE Menor, Op. 125 cuyo movimiento final es para coro y solistas sobre laversión definitivade la“Oda a la Alegría”de Schiller. Esta pieza musical ha pasado a ser elHimno Europeo. Y ciertamente la podíamos proponer como paradigma de inclusión, solidaridad, globalización y hermandad.
Magnífico regalo en la víspera de la Natividad de Santa María. Gracias. Felicitaciones. Ojalá se pueda repetir. Que, al menos, los que han tenido el acierto de grabarla, Centro de Producción de la UCSS, y PAX TV, la pongan a disposición de los que no han podido disfrutarla.