En este mundo del siglo 21, en donde el cambio; la confrontación de ideas y creencias; la diversidad, en todas sus expresiones; la desigualdad económica; la violencia, en todas sus formas; y tantos aspectos que hacen que la vida sea una vorágine interminable; la búsqueda de fórmulas o recetas mágicas para ser felices es una necesidad permanente de la humanidad.
La Felicidad ha sido tema y enfoque de innumerables autores; existen muchas expresiones para definir una fórmula de la Felicidad; desde las más simplistas, hasta las más elaboradas. Sin embargo, existe un factor común: la Felicidad depende de la forma en que cada persona enfrenta su realidad.
Tal y como lo señala Mo Gawdat, ingeniero de profesión y directivo de Google,
“La felicidad no es lo que el mundo te da, sino lo que piensas sobre lo que el mundo te da”.
Gawdat llevaba años trabajando en una ecuación que explicara la Felicidad y la puso en práctica en el momento más crucial de su vida: la inesperada muerte de su hijo Ali de 22 años durante una cirugía de apéndice que se complicó. La terrible experiencia y la forma en que enfrentó la tragedia, aplicando su fórmula de la felicidad, la comparte en su libro Solve For Happy.
Para desarrollarla, enumeró todos los elementos que le hacían feliz y trató de hallar un punto en común entre ellos. “La única cosa en común entre todos esos momentos es que somos felices cuando parece que la vida sigue a nuestra manera”, explica al periódico The Independent. Después, dio con la fórmula matemática:
la felicidad es igual o mayor que los acontecimientos de su vida menos su expectativa de cómo debería ser la vida.
El directivo de Google relaciona la infelicidad de algunas personas con la manera en que se analizan los acontecimientos de nuestra vida. Su teoría contempla que hay seis ilusiones que impiden una visión real del mundo: el pensamiento, el yo, el conocimiento, el tiempo, el control y el miedo. Además, identifica siete puntos que nos hacen percibir una realidad distorsionada: filtrar, asumir, atrapar, recuerdos, etiquetas, emoción y exagerar.
Cuando estos elementos son replanteados en la ecuación, “empiezas a darte cuenta de que la vida, en realidad, cumple nuestras expectativas”, señala Gawdat. Para alcanzar la felicidad también es necesario aceptar cinco verdades: el ahora, el cambio, el amor, la muerte y el ‘gran diseño’ (la creencia de que la vida sigue patrones, de manera que nada es aleatorio). Así, la fórmula matemática definitiva de la felicidad es la diferencia entre la manera en que un individuo ve los acontecimientos de su vida y su expectativa de cómo debería ser su vida.
Aquí un video de parte de una entrevista, subtitulado por Ediciones La Vanguardia:
http://players.brightcove.net/1898269467/Bksol5B7_default/index.html?videoId=5395245485001
Seguramente está no será la última fórmula que trate de explicar la Felicidad; sin embargo el enfoque de Gawdat es simple, práctico y, tiene un factor que lo hace único, surge del amor de un padre hacia su hijo.
¿Cuántas fórmulas de la Felicidad conoces?