Descripción. La Nutria es uno de los mamíferos de nuestro cursos fluviales con cierto simbolismo. Difícil de observar, sin embargo se identifica con gran facilidad. Con una longitud superior a un metro y un peso que puede superar los 10 Kg., posee un cuerpo cilíndrico y alargado, con unas patas relativamente cortas, con membrana interdigital, y una cola larga, gruesa y cilíndrica, salvo en su base que es aplastada. La cabeza es ancha, aplanada y en la que apenas se diferencia el cuello. Los orificios nasales, los ojos y sus pequeñas orejas se encuentran alineados hacia la parte superior de la cabeza, lo que facilita que asomen en la superficie cuando nada con el cuerpo totalmente sumergido. Tiene unas largas vibrisas o “bigotes” en el hocico, mentón y ojos. Los machos son algo mayores que las hembras. La coloración es parda o marrón salvo la garganta y parte del pecho que es clara.
Reproducción.La época de celo se extiende a lo largo de casi todo el año y, tras una gestación de unas nueve semanas, nacen entre una y cuatro crías a finales de primavera o verano, permaneciendo bajo los cuidados de la madre durante unos ocho meses.
Distribución de la Nutria en Aragón.
(Fuente: Atlas y libro rojo de los mamíferos
terrestres de España - MMA)
Alimentación. Se alimenta fundamentalmente de peces, cangrejos, anfibios, reptiles e insectos. Como la mayoría de predadores, se considera una especie oportunista que captura a sus presas por su abundancia y vulnerabilidad. En un pequeño río de Huesca, en el que no hay presencia de peces ni cangrejo, los restos de excrementos dejados por un ejemplar probablemente divagante, contenían casi exclusivamente restos de caracoles.
Amenazas y conservación. La Nutria aparece en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón como especie sensible a la alteración de su hábitat. Sus principales amenazas son la alteración de las riberas fluviales (canalizaciones, dragados, construcción de escolleras, extracción de áridos...), la contaminación de las aguas, que conlleva una pérdida de recursos tróficos, o la sobreexplotación de los caudales. La progresiva puesta en marcha de las Depuradoras de Aguas Residuales y el mayor control ejercido sobre vertidos a los cauces redundará en una mayor calidad de las aguas que, indudablemente, beneficiará a esta y otras especies de nuestras riberas y cauces.
Ejemplar atropellado.