Los expertos siempre aconsejan que es esencial que cualquier persona apueste por unos hábitos de vida saludables en cualquier etapa vital. Por tanto, realizar ejercicio es muy saludable. Sin embargo, en la sociedad actual, algunas personas son víctimas de la obsesión por el deporte que se convierte en un problema obsesivo como cualquier otro. Las personas que están obsesionadas por hacer ejercicio para tener un cuerpo diez nunca terminan de sentirse bien consigo mismas puesto que la perfección, en realidad, no existe.
La obsesión por el deporte muestra además una carencia interior puesto que cualquier ser humano debe de dedicar un tiempo a realizar ejercicio, pero además, también debe de tener tiempo para poder cultivar su mente y su inteligencia mediante la lectura, el estudio, la contemplación del arte, la conversación con un amigo…
El deporte es una fuente de energía y de vitalidad muy positiva para cualquier persona. Sin embargo, en el momento en que se torna una obsesión, entonces, produce ansiedad. Algunas personas acuden al gimnasio durante varias horas al día. Es decir, no se relajan en ningún momento. La vigorexia muestra la obsesión por un físico perfecto. El perfil psicológico de una persona que padece este trastorno es el siguiente:
- En general, la persona afectada tiene un nivel de autoestima bajo que pretende reforzar mediante la belleza exterior y la perfección corporal.
- Pero además, al igual que sucede en la anorexia, este tipo de personas tienen una imagen distorsionada de sí mismas cuando se miran al espejo. Por tanto, no aceptan su cuerpo puesto que siempre lo ven imperfecto.
- Las personas que tienen vigorexia pueden someterse a un entrenamiento excesivo. Incluso, estas personas pueden obsesionarse con la báscula.
Sin duda, cada persona debe aprender a aceptarse a sí misma para poder ser feliz y vivir en plenitud interior.
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