La obsolescencia programada de los Smartphone y cómo evitarla

Cada vez que compramos un nuevo teléfono móvil sabemos que viene con fecha de caducidad. Los Smartphone son aparatos que tienen una vida más corta que los dispositivos móviles tradicionales. La inclusión de la nueva tecnología y el amplio uso que les damos, hacen que los Smartphone tengan que renovarse cada cierto tiempo.

Los motivos de la necesidad de cambiar el teléfono móvil inteligente pueden ser varios: la falta de capacidad, la lentitud con la que empieza a funcionar, el fallo en ciertas aplicaciones, la poca duración de la batería, el bloqueo continuo de la pantalla, que el Smartphone se apague y se encienda cuando él quiera, el fallo en los altavoces, etc.

Debido a la poca vida de los Smartphone no se para de hablar de la obsolescencia programada. Este término hace referencia al tiempo de funcionamiento programado que integran los teléfonos móviles inteligentes. Pasado un cierto tiempo, los dispositivos móviles acabarán fallando o mostrando un rendimiento más flojo, independientemente de los cuidados que le hagamos.

No hay un periodo certero de cuánto dura un teléfono móvil intacto, ofreciendo sus altas características técnicas. Sin embargo, se estima que un Smartphone está en condiciones de rendir al 100% durante un periodo de 2 años, aproximadamente. A lo largo de los 12 primeros meses no es de extrañar que el móvil pase al menos una vez por el taller.

En este sentido, debemos elegir bien que Smartphone nos vamos a comprar. Debemos valorar si nos merece más la pena comprarnos un teléfono móvil inteligente más barato pero que tengamos que renovarlo antes o invertir un poco más de presupuesto y disfrutar de algunos meses más de uso, siempre sabiendo que antes o después acabará fallando.

Cómo alarga la vida de un Smartphone

Aunque sepamos que el Smartphone no va a funcionar durante toda la vida, sí podemos poner de nuestra parte para hacer que dure lo máximo posible. La batería un elemento fundamental que determina la duración de un Smartphone. La autonomía de la batería nada más comprar el móvil es del 100%, un porcentaje que se va degradando con el uso del teléfono y la carga de la betería. Este fenómeno se llama autodescarga y está fuera de nuestro alcance.

Sin embargo, mantener el teléfono lejos de la humedad y de las temperaturas excesivas nos ayudará a mantener la batería en mejores condiciones. Otro factor es desconectar el móvil de la corriente eléctrica antes de que haya llegado al 100%. La batería pierde potencia y cada vez se consumirá más rápido. Lo mismo ocurre cuando dejamos que la batería se descargue por completo antes de ponerlo a cargar. Es preferible enchufar el cargador cuando la batería esté al 15% o 20%. Debemos tener en cuenta que el rendimiento de la batería se va perdiendo con cada carga.

La pantalla también puede afectar a la duración de la batería. Cuantos más recursos consuma, más se gastará la batería. El brillo de la pantalla debe estar por la mitad aproximadamente para no consumir tanto. También podemos programar ciertas funciones automáticas para que dejen de funcionar cuando no se está usando el Smartphone como puede ser el WiFi, el modo pantalla apagada o el modo avión.

Otro aspecto para evitar renovar el teléfono móvil con antelación es tener cuidado de que el teléfono no se nos caiga al suelo o no esté constantemente dándose golpes. Las pantallas de los Smartphone son más grandes que la de los teléfonos habituales pero también son más frágiles. Por lo general, la garantía de protección de pantalla es de 2 años aunque algunas compañías telefónicas están ampliándola a los 5 años.